- Karla Gonzalez
- 26 dic 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 4 jul 2024
El Futuro es de interés para todas las personas y en toda la historia de la humanidad ha generado inquietud, es así como cualquier herramienta o invento que nos ayude a adivinarlo o predecirlo ha sido muy apreciado.
El Futuro suscita expectación para muchos, sobre todo aquellos que están con miles de proyectos en su cabeza y son muy entusiastas, por otro lado, también puede provocar miedo o angustia en situaciones complejas, de falta de estabilidad, amor o salud.
En cualquier caso, el Futuro siempre surge a partir de un Presente, es ahí donde germina su semilla y según su cuidado esta tiene sus brotes. El presente trae ciertas señales, aprender a escucharlas es tarea de cada uno, y reconocer alguna semilla que anuncie un futuro que me ilusione es una revelación.
Ocuparme en aprender a escuchar las señales actuales puede hacer una diferencia en mi vida, es algo así como poner a trasluz los aspectos de mi vida e identificar algún código o símbolo en esta carta de navegación, y redireccionar hacia dónde dirigir mi timón. No hay viaje sin tormentas, ni tormentas que no amainen, el viaje de la vida es una analogía de ello.
Siempre soy capaz de intervenir en el presente de mi mundo interior e ir adaptando mi ser para ese futuro que quiero alcanzar, porque si hay una condición interior que me puede habilitar para ese futuro que aspiro tener y resulta que llega, estaré preparado para ello.
Reconocer lo que veo en mi presente que puede ser el anuncio de algo que está apareciéndose es un descubrimiento.
“No lo vi venir” es una frase que nos ha golpeado varias veces en la cara. Nuestros viejos paradigmas nos pueden atrapar y no dejarnos ver o prever lo que está por venir y lo que quiero promover genuinamente en mi Vida, por ejemplo la del año 2024.
Puedo experimentar ciertos pensamientos anticipatorios, de esos constructivos y generativos, no de aquellos que se asoman anunciando catástrofes, que más de alguna vez los hemos tenido. Puedo tener reflexiones relacionadas con algo que aún no ha acontecido, y empiezo desde ya a conectar ideas, por ejemplo del posible Futuro que quiero para mi año 2024.
Esto es como acercar el Futuro, verlo más posible, realizable, y me prepara internamente para ello.
Siempre he creído que los deportistas de alto rendimiento han imaginado sus carreras previo a correrlas, y se han visto cruzando primeros la meta, anticipando el triunfo, algo así como mentalizarse y traer el futuro que quiero alcanzar a mi estado interior.
No estoy diciendo que tenemos una varita mágica para el futuro, ni que todo lo que ocurre depende de lo que pensemos, hay miles de cosas que no controlamos, casi la gran mayoría, pero si puedo promover ciertos pensamientos que me ayuden a conectarme con mis sueños y dejar que la magia también actúe en mi vida.

En un ambiente de stress y ansiedad resulta imposible hacer un ejercicio profundo de conversación contigo mismo, y posiblemente en un intento rápido por conectarte con tu interior pongas el foco en cosas que no necesites genuinamente. Ojo que la sociedad me ofrece indicadores externos de supuesto éxito, como sinónimo de felicidad, que no necesariamente me representan, pero con el apuro me obligo a veces a adoptar estas métricas para evaluar mi vida (promociones de aumento de status o similares).
¿Qué futuro quiero para el año 2024?, qué año estoy necesitando, qué año necesita mi cuerpo, mi mente, mi corazón y mi espíritu, así como mi Tribu.
Pienso que voy a vivir muchos años, seguro eso esperamos todos, pero cada año cuenta, nada será igual, ni yo la misma, así que merece la pena hacer el ejercicio de pensar en serio estas preguntas, y bajarme del modo automático, el stress y la ansiedad de fin de año, y llevarme a algún lugar a conversar conmigo en serio. Tampoco estoy proponiendo que hay que irse al Tibet por un año, pero darnos un momento en nuestro entorno es justo y necesario.
¿Queremos un Futuro distinto? ¿Me estoy preparando para ello? Me refiero a estar con una disposición interior diferente, pensamientos anticipatorios positivos, escuchando las señales.
Puede ser momento de encontrar nuevas fórmulas de resolver nuestra Vida, y darme la oportunidad de abrirme a nuevos caminos. ¿Por qué no?
Yo soy de las que piensa que vivimos en constante evolución, aunque a veces no nos damos cuenta o no queremos y ponemos freno, arraigados a los mismos patrones de siempre, nuestros viejos patrones, pero tal vez esos mismos no nos dejan alcanzar un futuro diferente, porque si se acerca lo alejamos con nuestra tradicional manera de abordarlo.
¿Les parece si antes de terminar el año 2023 hacemos un Refresh en nuestra computadora personal? Así incorporamos pensamientos, visiones o miradas nuevas y estimulamos nuestra evolución.
Estoy segura que en todas las edades se puede evolucionar, y que nos merecemos los cambios que nos lleven a otros espacios, a ese Futuro que aspiramos tener o al menos a uno que se le acerque.
Y te digo algo, este Año 2024 tiene un día más, el 29 de febrero, así que eso ya puede ser una señal. Empecemos ahora mismo a pensar los Posibles Futuros del 2024 que quiero conquistar.
Pablo Reyes Arellano, Director Ejecutivo en Memética






