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  • Foto del escritor: Karla González Novion
    Karla González Novion
  • 29 ago
  • 6 Min. de lectura

Envejecer es un proceso natural.

Desde el momento en que nacemos comenzamos a envejecer, y así a medida que avanzamos en edad va nuestra anatomía cambiando y nuestro cerebro también es parte del proceso evolutivo del crecimiento o envejecimiento.


En nuestros primeros años la edad que tenemos no representa una preocupación, y es un evento que nos emociona y nos hace sentir especiales, sobre todo si la familia lo celebra, y así, a medida que avanza nuestra historia personal vamos cumpliendo más y más años.


No sé en qué momento es que empezamos a preocuparnos por la edad, o aparecen signos de edadismo en nuestro mindset que se instalan camufladamente en nuestro disco duro.


Este mundo comienza a aparecer con una oferta de posibilidades para disimular los años, de un amplio espectro; fármacos de laboratorios connotados, cremas y productos para la piel, hiperultravitaminas antienvejecimiento, cirugías e intervenciones físicas, sesiones de masajes y máscaras para el rostro que nos aseguran reducir años, prácticas deportivas de rejuvenecimiento express de variados tipos, en fin…..el deporte también se transforma en un aliado para la buena salud y para mantenerse joven y radiante….otro elemento es la alimentación para rejuvenecer…todo un mercado Anti_Age…



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Nuestra sociedad nos muestra al envejecimiento como una pérdida de valor, de belleza y de oportunidades. El culto a la juventud tremendamente exacerbado en las RRSS incrementa esa mirada desolada del envejecimiento.


La publicidad se nutre del culto a la eterna juventud que en muchos ambientes está presente hoy en nuestra sociedad.


Existe el miedo profundo a envejecer, que tiene un nombre “Gerascofobia” y que afecta a la salud física y mental de muchas personas, y se sustenta de esta sociedad que muestra al envejecimiento como una derrota y utiliza un lenguaje muy negativo hacia esta etapa de la vida.

 

Es un hecho que viviremos más que nuestros abuelos, la esperanza de vida va en aumento, y eso mismo ha impulsado mucho un mercado amplio de productos y servicios para edad avanzada, tercera o cuarta edad.

 

El panorama no se ve bueno al parecer, hay muchas malas señales en Instagram y Tiktok para los que llegan a viejos, porque siempre se pinta de oscuro el escenario de la vejez, casi como una enfermedad incurable y contagiosa.


La realidad es que envejecer no es en ningún caso una enfermedad.


Si es una realidad que con los años el cuerpo se resiente y se desgasta, porque esta bella anatomía que nos lleva a todas partes tiene sus transformaciones, y la Vida nos afecta, el Stress, el decir que sí a todo, el no darse tiempo para disfrutar, el no escucharse y detenerse a contemplar, eso es lo que enferma el alma y el cuerpo.


Es una realidad que las energías ya no son las mismas, y ante un trasnoche por algún carrete nocturno requiero más tiempo para reponerme, y las articulaciones duelen, y siempre alguna parte del cuerpo siente algo que no me agrada (rigidez, malestar, inflamación, etc.).


Con los años aparecen enfermedades crónicas, con las cuales debo convivir, mientras antes las integre a mi dinámica de vida, mejor podré abrasarlas y aceptar que están conmigo y no siempre es agradable.


Es una realidad que ser mayores, ya sin un trabajo regular, hijos fuera de casa, y con achaques físicos es especial y requiere de una actitud valiente para no desanimarse, sobre todo si no tengo personas con quienes compartir la vida, y me encuentro sola y sin actividades que me estimulen.


Pero también es mi responsabilidad como ser humano darle sentido a Mi Vida, eso no se lo puedo cargar a mis hijos, a la pareja, en fin, a quién esté a mi lado…..en todas las etapas de mi vida soy yo quién es responsable de la trascendencia de mis días.


La vejez es solitaria muchas veces, se van perdiendo amistades en el camino, pero también se pueden ganar nuevas amistades, y eso requiere que me abra a otras experiencias, que incluso cuando más joven no me interesaban.


Cada etapa de la vida puede ser un nuevo comienzo y puedo aventurarme a emprender episodios muy diferentes a los anteriores.


El envejecer es una experiencia única y valiosísima para toda la humanidad, es una riqueza intelectual y tiene un legado extraordinario. Es el momento más reflexivo del ser humano, donde hay más calma, menos distracciones y más sabiduría.


Recoger las experiencias de nuestros mayores y sus visiones es fundamental, hacer el ejercicio de escuchar a los que nos criaron, nos educaron, y nos llevan delantera en este circuito de la vida es importante de realizar, no por caridad ni por ser generosos con nuestro tiempo, si no por respeto y lealtad.


La vida son ciclos, estás arriba, luego abajo, con abundancia, en escasez, muy acompañado, abandonado, y así, con lucas o sin ellas, y lo único que siempre está ahí es tu vida interior, ese diálogo contigo que va evolucionando con los años, y que debe asumir que eres más adulto, más anciano, más envejecido, con un alma de joven curioso tal vez, claro que puede ser, pero consciente del paso del tiempo, y de mis nuevos límites físicos.


Ver pasar la vida, los cambios, las generaciones crecer, es un regalo, y agradecer por estar consciente de ello también lo es.


¿Qué lugar tenemos las personas más grandes en la sociedad, en mi entorno, en mi mundo familiar, mi contexto laboral?


Apreciar el contenido por sobre las formas es esencial, saborear las conversaciones y buscar las sonrisas son un infaltable, y sobre todo abrirse al amor en cualquier etapa, son mis máximas para el envejecimiento que aspiro llevar.


¿Y saben algo querid@s? No envejecemos solos, siempre hay alguien a mi lado que está viviendo lo mismo que yo, así que es una opción bonita vivir las etapas más maduras en comunidad, reunirse con la tribu, y si no la tengo buscarse una nueva, cualquiera que sea, siempre será un espacio de abrirse a nuevas conversaciones que me amplíen mi forma de pensar, y me regalen nuevos pensamientos.


Puedo envejecer con una mente estrecha y rígida, con ideas estructuradas y absolutas o ampliar mi pensamiento a nuevos horizontes y creencias que no me había permitido vivenciar.


La decisión consciente de como vivir mi envejecimiento es mía, si permito quedar atrapado por alguna enfermedad, o cautivo de los achaques físicos, preso de las preocupaciones de la fatalidad de los medios (invadidos de delincuencia), angustiado por los problemas de mis familiares, pesimista respecto del futuro y sin sentido respecto del mío, y así, un pensamiento más negativo que el anterior….


Quiero ser de esas Viejas Locas que andan por la Vida aportando con los otros, en sus problemáticas, levantando a los amigos con comentarios esperanzadores, recogiendo algún alma que quedó sin amor, y emprendiendo intelectualmente siempre en algo, porque, aunque la sociedad me quiera dejar fuera del sistema, me niego a creer que no me necesitan y que mi aporte no deja alguna huella. Me niego a la irrelevancia social.


No quiero evitar envejecer, porque no es una enfermedad, no debo tomar medicamentos para evitar la vida, ni camuflar mis arrugas, son la herencia de haber vivido en este planeta, de haber habitado tantos lugares y disfrutado de tantos momentos.


Cuando me miro en las fotografías de infancia, o del colegio, reconozco ciertos rasgos que aún tengo, y esa cara de malula no se ha apagado, lo cual agradezco siempre, porque es mi señal que en el fondo sigo siendo una niña inquieta con más años y experiencias, pero sobre todo que ha envejecido orgullosa de los aciertos y errores, que me enseñaron, a destiempo muchas veces, pero que siempre dejaron una lección.


Cuando veo a los más grandes de la familia, de las familias de mis amigos, del entorno me pregunto si ellos también llevan a esa niña o niño aún latiendo en su corazón.


También en este paisaje humano veo personas mayores tan activas y entusiastas, llenas de proyectos, ideas y actividades, que se mueven y comparten sus energías con otros, y me llenan de admiración, porque en algunos casos se que llevan sus dificultades y a pesar de ellas son capaces de disfrutar su vejez.


¿Cómo nos hablamos a nosotros mismos respecto de nuestro crecimiento, evolución y envejecimiento? Lo que vemos de nosotros no es algo que se crea por accidentes, es el conjunto de muchas conversaciones que hemos sostenido.


Me hablo con alegría y orgullo respecto de mis etapas de vida, o me domina la tristeza y el miedo al envejecimiento. Mis recuerdos de juventud los recojo con agradecimiento o siento que pierdo mi identidad como ser al no tener las energías que tenía en el pasado, ni tener el aspecto físico que tenía en aquellos años.


La percepción que tengo de mi persona la debo ajustar a esta etapa, a quién soy hoy, con nuevos desafíos, y probablemente nuevos intereses. Y claro que esto puede requerir de una terapia de apoyo.


Podemos liberarnos de lo que el entorno Pro Eterna Juventud nos instala y que ha penetrado en nuestro tejido social y familiar.


No dejemos de jugar por envejecer, porque no estamos enfermos, sino más grandes.

 

 
 
 
  • Foto del escritor: Karla González Novion
    Karla González Novion
  • 9 mar
  • 5 Min. de lectura

¿Cómo saber lo que quiero hacer si no puedo Explorar la Vida con absoluta Libertad?


¿Cómo voy construyendo mi Filosofía de Vida sin ese previo proceso de genuina exploración?


En una sociedad inclusiva y con equidad las Mujeres podríamos escribir nuestro Proyecto de Vida a partir de una hoja en blanco, sin un listado de restricciones u obligaciones por ser mujer.


La propia crianza va restringiendo el ejercicio de explorar la vida en libertad, aunque pueda venir cargada de mucho cariño, pero también de muchos sesgos.


La educación escolar también hace lo suyo, y por supuesto la educación superior.


En mi opinión la genuina libertad no tiene estereotipos de género.


Para mí los estereotipos es como tener miopía y no usar los lentes, entonces no ves con claridad y la falta de nitidez o proyección borrosa de las imágenes están siempre presentes. Te mueves por el mundo con una visión distorsionada de la realidad, pero te acostumbras y te parece suficiente, y en muchos casos logras avanzar.


La miopía de género distorsiona nuestras propias proyecciones, y no nos vemos bien en muchas cosas, nos resta oportunidades, y la falta de nitidez le agrega incertidumbre a los posibles escenarios, mejor me quedo en mi espacio seguro y tradicional que tiene menos riesgos.


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La figura de “Explorador” va acompañada de mucha curiosidad y de interés por aprender, aquel que los bebés tienen y se va expresando en sus andanzas por todo su entorno y recovecos que tenga, ese deseo ilimitado de alcanzar lugares y rincones nuevos con su redonda anatomía.


El kit del Explorador lleva herramientas; una mochila, una lupa, prismáticos, un cuaderno entre otras cosas, que permiten vivir mejor la experiencia y registrar sus aventuras, y las propias historias del explorador van empoderando al personaje.


La curiosidad de los bebés exploradores se puede estimular, independiente que sean niñas o niños, es un proceso maravilloso que desde el momento de nacer empieza a experimentar la criatura.


Las mujeres queremos Explorar la Vida, tener disponible la libertad para ello, es decir, que la sociedad nos permita ocupar roles, espacios, labores que nos parecen interesantes, sin previas oposiciones por ser mujer, por el sesgo que está instalado en el entramado de nuestra sociedad.


La libertad mental que requerimos, Mujeres y Hombres, es absoluta, es el origen de las oportunidades o restricciones, y allí comienza la mayoría de nuestras propias decisiones para ser alguien en la vida.


Las mujeres no partimos la vida con una hoja en blanco, desde pequeñas sabemos que no podemos jugar como lo hacen los niños, ser muy inquietas o practicar ciertos deportes, usar una determinada vestimenta o corte de pelo, así como identificarnos con colores muy diferentes a la gama de rosados.


Desde esos años la curiosidad se va estimulando o marchitando, según el entorno y la libertad que tenga para acceder a explorar la vida.


La hoja en blanco está cada vez más contaminada de restricciones y mandatos para las niñas, muy relacionados con las conductas hacia el otro sexo, presentación personal, y el lenguaje.


El kit de exploración no parece ser útil, porque a pesar de que pueda usarlo para mirar y descubrir mis intereses, no estoy aparentemente habilitada para lo mismo que mis compañeros del colegio, y la miopía de los adultos que están en mi entorno, que les da una visión borrosa de lo que puedo realizar, predomina por sobre mis deseos de explorar.


En la vida universitaria el entorno académico con sus patriarcales formalidades colabora con esta visión borrosa y puede desincentivar a las estudiantes a explorar en su vida universitaria.

El no tener referentes o que existan pocas profesoras universitarias, sobre todo en carreras STEM, es un contexto que frena en cierta medida el deseo de aventurarse y explorar.


En mis años universitarios de ingeniería, entre 1988 y 1994, de los 60 cursos que realicé, tuve solo 4 profesoras (6%), ese fue el panorama, mi formación profesional estuvo a cargo de 56 hombres. Sinceramente espero que hoy haya cambiado esa baja proporción.


Ayer en la Marcha 8M de Mujeres diversas, inquietas, luminosas y de un espectro de edades amplio, se percibía el deseo de Libertad que pedimos la sociedad nos confiera.


La realidad es que cada derecho que la mujer tiene hoy ha sido ganado gracias a la lucha de otras mujeres que han combatido por ello, y no ha sido garantizado por la sociedad. El derecho a voto, a estudiar, a recibir ingresos, a adquirir bienes, y así.


La estructura actual sigue rígida, algo más aceitada en sus piezas, pero no ha soltado la maquinaria para que funcione genuinamente, cada cierto tiempo hay Hombres Poderosos que cuestionan los derechos de las mujeres o la inclusión de nosotras en ciertos espacios.


La historia oficial de la humanidad que no ha sido escrita por las Mujeres, no tiene libros del siglo XX con ninguna autoría femenina por lo cual ha sido contada desde el inicio con la mirada masculina, y ello ya es una mirada incompleta de lo que como sociedad hemos experimentado.


Las escritoras feministas, como Simone de Beauvoir, Virginia Wolf, Clarissa Pinkola, Julieta Kirkwood escribieron casi bajo la informalidad en sus inicios, con la opresión de la época para no publicar sus ideas.


En la ciencia, dominada hasta la fecha por figuras masculinas, las pocas científicas que existieron en décadas anteriores tuvieron a todo su entorno en contra para compatibilizar su vida profesional con la vida personal. Se ha debido incorporar la huella de género para promover en las Universidades la participación y desarrollo de carrera de las académicas.


Queremos ser Exploradoras, y descubrir sin limitaciones lo que queremos ser y hacer, y para ello necesitamos Libertad Mental, que ha sido contaminada desde que somos bebés, con esas ideas de protección que el entorno creó hacia nosotras, y que en mi opinión boicotea los verdaderos sueños que tenemos de nosotras mismas.


Tenemos derecho a equivocarnos y eso es lo que más nos cuesta permitirnos, sobre todo si llegamos a alguna posición que hemos ganado a contracorriente, y que somos la primera en ocupar dicho cargo. Ahí la autoexigencia nos agrega sobrecarga Chicas.


Quiero mujeres que decidan con absoluta libertad si quieren ser madres, o tener pareja, o ser exploradoras y viajar de un país a otro buscando su propio destino.


Quiero mujeres que puedan compatibilizar la crianza con el trabajo, con una pareja que asuma su rol en la crianza, partiendo por ocupar la licencia parental en una cultura laboral que evidentemente no la promueve, que lleve al hijo al pediatra, vaya a las reuniones del colegio, en la misma proporción que la madre.


En Chile, el uso del postnatal parental por parte de los hombres sigue siendo excepcionalmente bajo.(1)


Quiero mujeres que no reciban comentarios sobre su cuerpo, el peso que llevan, el vestuario, el pelo, lo muy sensual o lo poco que se ven, y así, que nadie hable de su imagen.


No estamos a favor de los estereotipos de cuerpos femeninos.


La crítica implacable a la que está sometida la mujer físicamente es latente en cada sector de su vida: en el laboral, en el social, en sus relaciones personales, etc.(2)


Quiero mujeres que no sean violentadas por sus parejas, familiares, colegas, y entorno masculino, y jamás que se llegue al femicidio.


Va link con los 51 Casos de Femicidio del Año 2024 en Chile (3)


Estimados la sociedad se enriquece si las Mujeres podemos Explorar en Libertad y escribir la Hoja de nuestras vidas a partir de una hoja en blanco, nos dará más espacio y plenitud, aportando a la sociedad nuestra riqueza, abundancia, sabiduría e infinita creatividad.


Los sueños de las Mujeres pequeñas, grandes, de cualquier cultura o etnia no deberían tener estándares de género, los verdaderos sueños se crean en libertad.

 

 
 
 
  • Foto del escritor: Karla González Novion
    Karla González Novion
  • 20 feb
  • 4 Min. de lectura

Soy de las personas que creen que hay que dar espacio a los cambios, porque nos renuevan, nos ponen a prueba, y pueden abrirnos oportunidades, pero además porque nos ayudan a cerrar ciclos.


Para cambiar algo, hay que mover piezas, sacar los muebles, pintar los muros, limpiar por aquí y por allá. Esto que parece simple en un espacio físico de nuestro hogar requiere tiempo y planificación. Es decir, no comienzo pintando las paredes, sin antes limpiar muy bien sus muros, y tampoco instalo muebles nuevos sin sacar los antiguos, porque hay que desocupar y despejar primero, así como limpiar profundo.


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Esto no es muy diferente de un cambio en la vida, es decir, no puedo comenzar genuinamente una nueva relación si no finalizo la antigua, es fundamental vivir el duelo, limpiar mi alma y mi mente, y esto no es algo automático como prender y apagar la luz, es de una limpieza profunda y amorosa con mi corazón.


Sacar los viejos muebles de mi interior, sobre todo aquellos que no combinan con lo que intuyo se viene o aquello por lo que estoy apostando, puede ser muy poderoso. Suspender esas viejas creencias y paradigmas limitantes que están frenando mi aprendizaje y mi propia evolución es un requisito para las nuevas posibles aventuras.


¿Cuándo cambiamos?


Cambiamos con la ruptura de una relación, cuando nos dejan, o cuando dejamos de amar al otro.

Cambiamos cuando nos despiden del trabajo o cuando sabemos debemos partir de él.

Cambiamos cuando nos mudamos de país, o de ciudad.

Cambiamos cuando nos diagnostican una enfermedad.

Cambiamos con la pérdida, con el abandono.

También cambiamos con el amor, y por supuesto cambiamos con el éxito


Las experiencias intensas y profundas nos habilitan para cambiar, son un cultivo para el cambio, un especial abono en la tierra de la transformación. Puede ser un proceso difícil y a veces nos hace cambiar de piel, y eso puede doler mucho.


Si no hay circunstancias externas que nos lleven al cambio, podemos estimular ambientes nuevos para promoverlo en nuestras vidas.


Si seguimos conversando de los mismos temas, con las mismas amistades de siempre, no agregando nuevas amistades, no nos damos tiempo para hablar con los más grandes o los menores, ocurre que no entramos a esos mundos nuevos de otros temas, de otras personas y de distintas generaciones a la nuestra.


Si además me muevo por mi mundo sin genuina escucha no dejo entrar a mi mente pensamientos nuevos, lo continúo alimentando con más de lo mismo, pero no lo estoy nutriendo con nuevos alimentos intelectuales, con nuevas recetas de cocina, de nuevos sabores y aromas.


Lo más cómodo es seguir pensando igual, no me altera, estoy en un espacio conocido y no entro en dudas, es un camino tranquilo y seguro…..pero con un paisaje terriblemente aburrido.


Si ya pasaste los 50 años, como yo, y no te haces una Renovación Mental, estarás destinada a seguir pensando muy parecido, sin dejar ingresar a tu sistema mental nuevas miradas, disruptivas muchas, extrañas otras, inexplicables varias, pero que son señal de lo que está pasando en el mundo o en lo que se está convirtiendo.


Si no abro nuevas carreteras de pensamientos en la mente, éstas no se crean nunca, y sigo circulando por las tradicionales vías de tránsito de mis viejas ideas.


El cambio también se busca, hay que tomar acciones para que ocurra, puede ser simple, tan sencillo como realizar un curso, tomar un taller, pero no en aquello que soy experto, si no en algo que realmente quiero aprender, no hay mejor ambiente para cambiar que el del alumno ávido por aprender.


Practicar un nuevo deporte o baile, o alguna actividad física en que deba moverme distinto, y conocer personas que nunca vi, y que me obliga a dejar los prejuicios en casa para relacionarme libremente con mis nuevos compañeros, eso propicia el cambio.


Acercarse y conocer una cultura muy diferente a la mía es un viaje a lo desconocido alucinante, que está acompañado de adrenalina e incertidumbre, así como de aventuras y risas, eso también estimula el cambio.


En el cambio nos reinventamos en cierta medida y a momentos echamos mano a la creatividad y la improvisación para abordarlo.


En cuanto a la creatividad puede ser maravillosa si tiene una antesala de falta de claridad, misterio y sorpresa, y puede traerte elementos desconocidos a tu playlist de visiones que llevas en tu Spotify de la vida.


Agrega nuevos temas a tu playlist, para llevarte a otras emociones que la música provoca y te conectará con nuevas ideas y miradas. Sumérgete en podcasts opuestos a lo tuyo o diferentes, y te encontrarás con un mundo de conversaciones que desconocías.


¿Cuándo cambiamos? Cuando le damos valor al cambio en nuestras vidas, y sobre todo si logramos desapegarnos de las viejas ideas que tenemos sobre nosotros mismos y sobre los nuestros.


Ante la clásica pregunta ¿cómo te ves en 5 o 10 años más?


Si llegas a verte muy parecido, con más canas y nada más, sugiero que cierta rigidez mental podría estar contaminando tus neuronas y tu alma. Si por el contrario el futuro te parece una aventura y te ves en cosas diversas y distintas, creo que en tu interior estás marinando un cambio, así que prepara tu valija con aquel vestuario que combina con esta nueva fase o ciclo que está comenzando….se siente se siente, el cambio está presente!!!


Experimenta pequeños cambios en tu día a día, algo así como: prueba nuevos alimentos, cocina una nueva receta, conduce por nuevas rutas, experimenta un cambio de look, sorpréndete a ti mismo, escucha un nuevo podcast, en fin, dale…..Te mereces vivir algún cambio y ver en el espejo a esa nueva mujer o ese nuevo hombre que se asoma queriendo saludar y traer nuevos mensajes a tu mundo.


Luego de cambiar ese espacio de la casa, con toques más modernos, minimalistas, nuevas plantitas, en fin, viene el disfrute de la renovación lograda, y así mismo te toca a ti, contemplarte en los cambios y conectar contigo, y conversar sobre cómo te vas sintiendo y sobre todo disfrutarlo.


 Yo valoro el cambio, el antes y el después, así como todo su proceso.

 
 
 

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