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  • Foto del escritor: Karla Gonzalez
    Karla Gonzalez
  • 12 nov 2021
  • 4 Min. de lectura

A casi 10 días de las Elecciones Presidenciales de mi País, un lugar maravilloso para vivir con una increíble geografía y variabilidad natural, reflexiono sobre MI VOTO.

El acto de votar, ese momento de ir a las urnas y marcar mi opción, tan breve momento, da una opinión que tiene un alto impacto en mí país por 4 años, pensando sobre todo en el Voto Presidencial.

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¿Qué ideales y valores son los que me mueven hoy para escoger A QUIÉN DOY MI VOTO?, ¿Qué opción marcaré para mostrar mi preferencia con una simple y diminuta línea vertical.

¿Con qué emociones me he ido cargando estas últimas semanas, influenciada por las campañas del desprestigio que utilizan algunos personajes del mundo político, noticias de delincuencia y caos que la TV me regala a diario, así como los resultados de las encuestas de poca representación popular?


La imagen del Chile de hoy de algunos medios tradicionales de la prensa escrita y televisiva, tienen la tendencia a mostrar un país al borde del descalabro, uno en que no se puede caminar por el descontrol en sus calles, con delincuencia en cada cuadra, con inmigrantes sospechosos, con violencia en el trato y narcotraficantes en cada esquina, y con gente que no quiere salir a trabajar, pues con los aportes del Estado están vacacionando en sus casas.

Cuando salgo a caminar por mi barrio y el de mis padres, me encuentro con otro país, de gente amable, alegre y respetuosa, emprendedores súper trabajadores, con deseos de trabajar y ganarse la vida con dignidad…de vez en cuando un acento caribeño alegre y respetuoso me saluda o me atiende, lo cual no cuadra con esa imagen de personas sospechosas caminando por el barrio.


El MIEDO es una reacción automática ante un peligro inminente, y si vivo con él me muevo desde ese sensor interno, y el peligro está latente, en mis calles, en el presente, el futuro, y en MI VOTO.


Yo soy de las que piensan que las emociones que me acompañan determinarán MI VOTO, por más racional que me considere, al momento de trazar esa línea vertical, las emociones mandan.


Cómo Mujer los derechos ganados y conquistados con tanto esfuerzo en este país de silenciosos machismos, no estoy dispuesta a renunciar a ellos, es decir, si alguien propone menos representación femenina, o le baja el perfil a los temas de igualdad de género, por lo que sea, no cuenta con mi empatía. No quiero menos que lo que tenemos hoy las Mujeres, si no, más. El cerco del Patriarcado que desconoce lo ganado no cuenta con mi VOTO.


El ORDEN es una condición deseable, en el hogar, en los colegios, en las universidades, en el país, y debemos tener algo de este imperativo en nuestras organizaciones, eso es evidente. ORDEN para mí es poner las cosas en un lugar donde pueda acceder con facilidad, y que sea claro y transparente para los que conviven conmigo, con indicaciones de su uso igualitarias para todos, donde el respeto es básico. ORDEN se relaciona mucho con obediencia, y para mí está bien en una etapa infantil de la vida, pero en ambientes Universitarios, Ciudadanos y Participativos tiene más relación con el Respeto, valor fundamental para una robusta DEMOCRACIA.


El AMOR es un gran motor que mueve mi VOTO, el amor a la DIVERSIDAD, a los ECOSISTEMAS, la IGUALDAD DE OPORTUNIDADES, al trato DIGNO, y el amor al OTRO, ese que hoy no tiene una vida simple y fácil, que no alcanza a pagar sus cuentas a fin de mes, que sus hijos no pueden estudiar en un buen colegio, y que su vivienda es un espacio mínimo donde hacer familia.


Yo VOTO por la EMPATÍA, y me refiero a esta que me hace verdaderamente ponerme en el lugar del otro, y que aunque tenga resuelta mi vida y la de los míos, no puedo seguir avanzando sin mirarlos a ellos. Esto me puede significar compartir parte de mis privilegios, y que mis hijos también salgan de la burbuja en que los tengo, motivada por el afán constante de protegerlos.


Yo VOTO por una sociedad más transversal e igualitaria, aquella que en la sala de clases del colegio, universidad, instituto me siente al lado de cualquier persona, con más o menos ingresos familiares, con padres profesionales o trabajadores sin título, donde el pasado de mi familia no determina mi futuro de oportunidades.


La real DEMOCRACIA empieza en mi familia y sus decisiones, las pequeñas y las grandes, que me llevarán a compartir con los que colaboran conmigo, en el trabajo, o limpiando mi hogar, y que podemos tomarnos un café y hablar de la vida, sin miedo y con amor, como iguales, donde su VOTO y el mío pesan lo mismo.


Yo VOTO por la CULTURA, esa que me da la identidad como CHILENA, y que me conecta con lo que soy y me ayuda a mirar los fenómenos sociales que estamos viviendo, desde la curiosidad, sin censuras, y con creatividad e innovación de nuestros ARTISTAS maravillosos de este Chile de Neruda, Mistral y Parra.


Yo VOTO por las CIENCIAS, que se les reserve un especial lugar en las discusiones y análisis de todos los temas; salud, tecnología, ingeniería, comunicaciones, educación, en fin, en todo, porque si algo tenemos en este país, son MUJERES y HOMBRES de CIENCIA destacados, que aman su trabajo, y que están esperando por mostrar sus avances y descubrimientos, a veces más apreciados fuera de nuestro país.


Yo VOTO por la SALUD en todas sus expresiones, la que me permite cuidar el cuerpo físico, mental y emocional, y que me lleva a alimentarme bien y a hacer deporte, bailar y reir, con un sistema social que lo promueva, donde todas y todos podamos ir a un parque en el barrio, comer sano, y acceder a atención primaria en el consultorio de mi comuna.


Yo VOTO por mis ideales y mis sueños, y daré mi VOTO al que se acerque más a ello, independiente del miedo que me regalen los medios, o las malas predicciones económicas de las Instituciones Financieras, porque al final del día, yo igual debo ganarme la vida y cuidar a los míos, nadie lo va a hacer por mí, porque al próximo Presidente o Presidenta de Chile no le pido que me regale nada, no debe cumplir mi lista de deseos, yo le pido que mi VOTO lo respete y los 4 años que se lo doy, me represente a mí y a los que confiamos en el o ella, y que gobierno para tod@s, independiente de su género, etnia, clase social, nacionalidad, religión y nivel cultural.


 
 
 
  • Foto del escritor: Karla Gonzalez
    Karla Gonzalez
  • 8 oct 2021
  • 3 Min. de lectura

Esta generación que nació entre 1982 y 1994 son los denominados MILLENIALS, que hoy en día tienen entre 27 y 39 años y que en nuestro país son un gran grupo de chilenas y chilenos que están aportando con su trabajo al desarrollo de Chile. Esta generación está instalando aspectos fundamentales para el crecimiento de la sociedad, en varias temáticas como digitalización, marketing, comunicaciones en redes sociales, sustentabilidad y respeto por la diversidad e inclusión, entre otras.

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Hay datos, estadísticas y livianas definiciones de este Generación Y; muy cercanos a la tecnología y sin tanto apego por la estabilidad laboral, según mis rápidas lecturas de la web.

Los MILLENIALS son aquellos que criamos nosotros, los de 50 años o por ahí, que les intentamos dar modelos y formas de pensar y de vivir, que no necesariamente encajaron con sus expectativas de felicidad y éxito.


En cualquier caso los MILLENIALS no son la población que provocó 2 Guerras Mundiales ni el actual Desastre Ambiental de nuestro Planeta, así como tampoco los que aceleraron el consumismo y el modelo neoliberal, ni menos los que dirigieron las Empresas y Organizaciones entre los 80 y el año 2000, en ese tiempo estaban comenzando su vida y probablemente se encontraban en sus primeros años de escolaridad.


Entonces si queremos seguir teniendo los mismos problemas de las últimas décadas, sigamos escépticos a que los MILLENIALS dirijan y tengan protagonismo en el mundo.


El poder atrae y cuesta soltarlo, y es que ni los cargos son de alguien en particular, ni los altos puestos en las empresas, porque es todo temporal, y ese apego por estar arriba, se transforma en adicción. A nuestra generación, anterior a la Y, le está costando entender esto y no sentirse amenazados, y entender que el liderazgo al que deberíamos aspirar, tiene que ver con el acompañar e iluminar el camino de otros, más que seguir acaparando cargos y puestos de privilegio.


Todas las generaciones son importantes, en todas las épocas de la historia, así como en las diferentes culturas, y hay que adaptarse y verlo como parte de nuestra propia evolución laboral.


Demos lugar a los Liderazgos MILLENIALS, en el Arte, la Cultura, en la Política, las Ciencias, las Finanzas y los Cambios Sociales.


Los que somos mayores a esta generación busquemos otra forma más sutil y no menos importante de aportar, desde la visión estratégica, adquirida por la experiencia, sus aciertos y desaciertos cometidos, para así conformar un Tejido Social que integre y arme un Rompecabezas Social del Chile que no quiere cometer los mismos errores.


Esta generación cometerá sus propios errores, y ahí se verá como impactan, pero hoy los errores y abusos de las generaciones mayores ya no resisten más en nuestra sociedad.


El abuso y acoso sexual, sicológico, laboral, de poder, y sobre todo hacia nosotras, las Mujeres, me parece que no son incluidos en las prácticas de la gran mayoría de esta Generación, eso me da mucha esperanza.


Para mi los MILLENIALS son el FUTURO, que nos han dado razones para cuidar el planeta, hacernos vegetarianos, reciclar, reutilizar, y salir de la estructura familiar tradicional chilena, soltando el apego a la estabilidad laboral y material, y permitirnos emprender en temas muy diversos, y moverse por el mundo con más la libertad.


Mirando hacia bien atrás en la historia de Chile me encuentro con mujeres y hombres que hicieron lo suyo con coraje y pasión, por ejemplo O´Higgins tenía 28 años cuando fue Alcalde de Chillán en el año 1806, y valientes como Caupolicán y Lautaro que lucharon cuerpo a cuerpo siendo muy jóvenes para defender su pueblo y su tierra.


Una mujer que promovió un proyecto para conceder derechos civiles a la mujer en el año 1915, Delia Matte, tenía 29 años, y así mismo Graciela Mandujano otra feminista chilena fue fundadora del Movimiento Pro-Emancipación de las Mujeres de Chile a esta misma edad.


Otra mujer que quiero traer a esta lista de jóvenes que dejaron una huella es Inés de Suarez, que participó en la fundación de Santiago en 1541 y que tenía 34 años.


Y entre los genios del mundo como no mencionar al físico alemán de origen judío Einstein que presentó la Teoría de la Relatividad General a sus 36 años por el año 1925, y al fabuloso compositor austríaco Mozart que vivió solo 35 años, ambos con capacidades indiscutibles y legados extraordinarios.


¿Hoy diríamos que estas Mujeres y Hombres fueron una Generación de MILLENIALS?


Estos jóvenes arriesgados, movidos por la locura y sus convicciones lograron el cambio y el aporte que buscaban, pero probablemente no llegaron a dimensionar la real trascendencia de sus acciones.


El futuro que construyeron estos MILLENIALS de la historia de Chile, del mundo me parece increíble.


¿Por qué no promover un nuevo Futuro con los enfoques y locuras de los MILLENIALS de hoy?


 
 
 
  • Foto del escritor: Karla Gonzalez
    Karla Gonzalez
  • 1 oct 2021
  • 3 Min. de lectura

Suena la alarma del celular y lo tomo para detener ese horrible sonido que yo misma he escogido para despertarme, y de paso reviso whatsapp, correos, linkedin, facebook, Instagram, twitter en modo express, porque hay que bajarse rápido de la cama para preparar el desayuno. La manía de saber la temperatura que tendrá este día me lleva a retomar el celu para consultar esto, fijándome en la máxima que se proyecta y a que hora será, no sé porque ambos datos me encanta tenerlos en mi post-it personal.

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Mientras preparo el desayuno para los niños y para mí, y guardo la loza de la cocina, recuerdo que anoche hice el pedido de Corner Shop, y al abrir el refrigerador me doy cuenta que queda poco yogurt, así que vuelvo al celular para agregarlo al pedido.

Colegios, trabajo, orden, en fin, hasta que me instalo frente al computador que abre el whatsapp del celular automáticamente, y me facilita las comunicaciones con mi entorno humano virtual, mientras avanzo en mis pendientes.

Llamadas virtuales, en paralelo revisando correos, charlas interesantes que no podré conectarme, y mirando la página del banco para revisar algunos temas.

Se viene un café por el barrio al que me dirijo obviamente con mi celular, para seguir conectada al Mundo Virtual que llevo incrustado en la piel, sin tener plena conciencia de ello.

La radio del celu me acompaña mientras espero que llegue mi acompañante, sentada en la mesa con mi café cortado, repasando noticias de la política nacional y sus improvisaciones.

Nos sentamos a conversar y tomo foto de lo delicioso que comeremos, y luego de nosotros dos para registro y envío a algún chat grupal, donde doy cuenta de mis andanzas que me encanta compartir.

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En un momento ambos estamos usando el celular abstraídos en él, tratando de despegarnos del aparato para aprovechar este Encuentro No Virtual, es decir real, con rostro y aroma.

Miradas menos que nos regalamos, y que el celular acapara con una adicción tan magnética y silenciosa que nos atrapa.


Transcurre el día y a todas partes voy con mi celular, incluso al baño, a la cocina, y si manejo ese día, obvio que lo conecto por bluetooth a la radio, y pongo música del Spotify, a momentos realizo llamadas y aprovecho el tiempo de transporte para coordinar temas y hablar con pololo, familia y mis mejores amigas.

Si pasan varias horas sin ver el celu, observo que se han acumulado varios mensajes de whatsapp y telegram, con videos serios, emotivos, cómicos y de trabajo, a la vez memes por mil, algún audio y aviso de no pago de alguna cuenta que ya pagué, y varios mensajes de texto que dejé la costumbre de abrir hace un par de años.

Así transcurre mi día, y a la noche adivinen ¿qué es lo último que tomo antes de dormir?, efectivamente es el celular, para revisar Family Link que registra la actividad de los 2 hijos de su celu, activar alarma para despertar mañana, ver correos, facebook, Instagram, twitter, y abrir Netflix para ver algún capítulo de esa serie que estoy siguiendo.


¿Adicta al celular?


¿Cuándo la vida se volvió tan Virtual?


¿Cuántas horas en total de mi día estaré medio conectada al celular y sus múltiples aplicaciones?


Por un momento me viene una imagen de mis hijos ambos con su celular, uno riendo y el otro con cara de suspenso, cada uno sumergido en una emoción distinta, y yo viéndolos crecer mientras reciben infinitos estímulos desde la red con tik tok y sus videos, inventando cómo alejarnos de este aparato tan adictivo, que nos conecta con todo y a la vez nos desconecta de todo, pero sobre todo de nosotros mismos.


Les pregunto a mis hijos:

- ¿Mañana hagamos una competencia? ¿Quién dura más rato sin usar el celular?

Ambos contestan a la vez:

- Mamá yo seguro pierdo.


Me quedo pensando en esta automática respuesta de mis hijos, y mientras los observo, me pregunto ¿no sería yo la que perdería?

Ahora mismo mientras escribía suena un par de veces el celular, con dos sonidos distintos, que me dan aviso que algo está pasando en ese Mundo Virtual que me acompaña, o que me aleja de mi Mundo Real o Actual, ese que puedo tocar y oler.


El Mundo Virtual es un entorno artificial que se inspira o no en la realidad, eso es algo que no puedo olvidar, y que los niños y adolescentes no siempre cuestionan, porque han crecido con este estímulo y dan por sentado que este Mundo Virtual es el Mundo Real.

Cuanta adicción y confusión a un dedo de esa pantalla.

A veces mis filtros personales no están filtrando mucho, y el de mis hijos menos, aún no están configurados para ello.


¿Y tú cuan adict@ estás a tu celular?


 
 
 

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