"¿ADICT@ AL CELULAR?"
- Karla Gonzalez
- 1 oct 2021
- 3 Min. de lectura
Suena la alarma del celular y lo tomo para detener ese horrible sonido que yo misma he escogido para despertarme, y de paso reviso whatsapp, correos, linkedin, facebook, Instagram, twitter en modo express, porque hay que bajarse rápido de la cama para preparar el desayuno. La manía de saber la temperatura que tendrá este día me lleva a retomar el celu para consultar esto, fijándome en la máxima que se proyecta y a que hora será, no sé porque ambos datos me encanta tenerlos en mi post-it personal.

Mientras preparo el desayuno para los niños y para mí, y guardo la loza de la cocina, recuerdo que anoche hice el pedido de Corner Shop, y al abrir el refrigerador me doy cuenta que queda poco yogurt, así que vuelvo al celular para agregarlo al pedido.
Colegios, trabajo, orden, en fin, hasta que me instalo frente al computador que abre el whatsapp del celular automáticamente, y me facilita las comunicaciones con mi entorno humano virtual, mientras avanzo en mis pendientes.
Llamadas virtuales, en paralelo revisando correos, charlas interesantes que no podré conectarme, y mirando la página del banco para revisar algunos temas.
Se viene un café por el barrio al que me dirijo obviamente con mi celular, para seguir conectada al Mundo Virtual que llevo incrustado en la piel, sin tener plena conciencia de ello.
La radio del celu me acompaña mientras espero que llegue mi acompañante, sentada en la mesa con mi café cortado, repasando noticias de la política nacional y sus improvisaciones.
Nos sentamos a conversar y tomo foto de lo delicioso que comeremos, y luego de nosotros dos para registro y envío a algún chat grupal, donde doy cuenta de mis andanzas que me encanta compartir.

En un momento ambos estamos usando el celular abstraídos en él, tratando de despegarnos del aparato para aprovechar este Encuentro No Virtual, es decir real, con rostro y aroma.
Miradas menos que nos regalamos, y que el celular acapara con una adicción tan magnética y silenciosa que nos atrapa.
Transcurre el día y a todas partes voy con mi celular, incluso al baño, a la cocina, y si manejo ese día, obvio que lo conecto por bluetooth a la radio, y pongo música del Spotify, a momentos realizo llamadas y aprovecho el tiempo de transporte para coordinar temas y hablar con pololo, familia y mis mejores amigas.
Si pasan varias horas sin ver el celu, observo que se han acumulado varios mensajes de whatsapp y telegram, con videos serios, emotivos, cómicos y de trabajo, a la vez memes por mil, algún audio y aviso de no pago de alguna cuenta que ya pagué, y varios mensajes de texto que dejé la costumbre de abrir hace un par de años.
Así transcurre mi día, y a la noche adivinen ¿qué es lo último que tomo antes de dormir?, efectivamente es el celular, para revisar Family Link que registra la actividad de los 2 hijos de su celu, activar alarma para despertar mañana, ver correos, facebook, Instagram, twitter, y abrir Netflix para ver algún capítulo de esa serie que estoy siguiendo.
¿Adicta al celular?
¿Cuándo la vida se volvió tan Virtual?
¿Cuántas horas en total de mi día estaré medio conectada al celular y sus múltiples aplicaciones?
Por un momento me viene una imagen de mis hijos ambos con su celular, uno riendo y el otro con cara de suspenso, cada uno sumergido en una emoción distinta, y yo viéndolos crecer mientras reciben infinitos estímulos desde la red con tik tok y sus videos, inventando cómo alejarnos de este aparato tan adictivo, que nos conecta con todo y a la vez nos desconecta de todo, pero sobre todo de nosotros mismos.
Les pregunto a mis hijos:
- ¿Mañana hagamos una competencia? ¿Quién dura más rato sin usar el celular?
Ambos contestan a la vez:
- Mamá yo seguro pierdo.
Me quedo pensando en esta automática respuesta de mis hijos, y mientras los observo, me pregunto ¿no sería yo la que perdería?
Ahora mismo mientras escribía suena un par de veces el celular, con dos sonidos distintos, que me dan aviso que algo está pasando en ese Mundo Virtual que me acompaña, o que me aleja de mi Mundo Real o Actual, ese que puedo tocar y oler.
El Mundo Virtual es un entorno artificial que se inspira o no en la realidad, eso es algo que no puedo olvidar, y que los niños y adolescentes no siempre cuestionan, porque han crecido con este estímulo y dan por sentado que este Mundo Virtual es el Mundo Real.
Cuanta adicción y confusión a un dedo de esa pantalla.
A veces mis filtros personales no están filtrando mucho, y el de mis hijos menos, aún no están configurados para ello.
¿Y tú cuan adict@ estás a tu celular?







Comentarios