"UNA MIRADA DE LA CRISIS DEL AGUA – 22 DE MARZO"
- Karla González Novion

- 22 mar 2024
- 5 Min. de lectura
La mega sequía desde el 2010, marcada por un 30% de déficit ha impactado notablemente nuestro territorio, y por si fuera poco el año 2019 tuvimos un déficit mayor aún, del orden del 60%, esto es una llamada de urgencia, o lo que le llamo la CRISIS DEL AGUA.
Escuchaba en una charla que la vegetación se ha puesto marrón según decía una investigadora del CR2, haciendo un seguimiento de imágenes satelitales del bosque mediterráneo en una cuenca del país, y eso es peligroso, porque los ecosistemas se afectan y porque es un terreno apto a incendiarse, entonces la sequía tiene múltiples efectos, es una gran cadena de impactos.
El Agua es y será la base de cualquier asentamiento humano, y no hay desarrollo económico que pueda surgir sin ella.
La histórica relación de dominación del Hombre sobre la Naturaleza y sus recursos le ha hecho creer que tiene poder sobre la Tierra y el Agua, y todo lo que habita en ambos mundos.

La educación en casa, colegio y universidades de las décadas anteriores ha sido desde el antropocentrismo (en breve el ser humano al centro de todo), y los sistemas humanos han prosperado bajo esa misma premisa, y en esa lógica el Agua es para los Hombres, sus fines económicos y financieros.
Hoy somos conscientes que los recursos naturales no están ahí para satisfacer nuestras necesidades biológicas (alimentación, energía, vestuario, etc.) o eventuales caprichos como quién va a una tienda y escoge una prenda de vestir y luego al llegar a casa no sabe con qué usarla y se da cuenta que no la necesitaba.
Somos un solo sistema natural, social, cultural y el equilibrio que logremos, con respeto y prudencia del uso del AGUA nos permitirá construir un mundo más estable.
Mis hábitos y costumbres son el pulso que pongo en el sistema para promover un determinado uso del AGUA, y esto puede ir desde un uso consciente a uno sin ningún criterio.
Todas las industrias y servicios utilizan el agua, no existe ninguna que no lo requiera directa o indirectamente.
La industria de la ropa consume agua y contamina, es decir, a la salida de la Industria XXX sale agua rica en contaminantes complejos de tratar. La Industria XXX probablemente sea la misma del jeans o polera que estoy usando, y qué decir del calzado de cuero y las curtiembres ricas en agua con cromo a la salida de la misma.
La agricultura y la industria agroalimentaria consume mucha agua, así que preguntarme cuantos litros lleva una palta cultivada en Petorca es una interrogante que no me debería dejar indiferente en momentos de crisis del agua.
Hoy reflexiono sobre mi manera de vivir y lo que conlleva en el uso del Agua, y como nunca me obligo a pensar en ello, y me fijo en los grandes consumidores y sus acciones poco ecológicas, pero no reviso las mías.
Maravilloso este Chile, país minero, agrícola y forestal.
Con sus diversas cuencas hidrográficas sobre un territorio largo y angosto, que se expresa entre una cordillera nevada y de glaciares hasta un océano de desaladoras para algunos y de mucha vida acuática para otros.
Qué ocurriría en un país donde sus ciudadanos escogemos no consumir alimentos que requieren mucha agua, o están plantados en cuencas con déficit hídrico o decretos de escasez hídrica.
Qué ocurriría en un país que reutiliza toda la madera muchas veces, porque al parecer este noble y bello material no pierde todas sus propiedades con los años, sino más bien adquiere ciertos defectos estéticos. Un país donde no se pueden comprar muebles o artículos que usen madera solo por tener dinero en la cuenta corriente, y donde tengas una tarjeta de crédito hídrico personal que te restringa adquirir ciertos bienes o servicios si superaste tu tacómetro del agua.
Qué nos pasaría si cada aparato electrónico que usamos siempre debiese ser reutilizado, o para migrar a otra nueva tecnología debieras adaptar la original, y a lo largo de la vida tuvieras uno o dos celulares, un televisor, un computador, algo así como la antigua práctica en que ibas a la modista y te adaptaban la ropa de acuerdo al crecimiento o cambio de figura de tu anatomía, pero nunca tirando a la basura, electrónica en este caso con cobre chileno que ha vuelto al país en formato tecnológico.
Impuestos al uso del agua podrían desincentivar el uso de ciertos productos, que serían muy costosos porque en su elaboración tienen alto consumo hídrico, algo así como un IVA del Agua, a todo lo que consumimos, y que esos impuestos fueran a Centros de Investigación y Emprendimientos que estudian nuevas formas de vivir que consuman menos agua o investiguen la estimulación de comportamientos ciudadanos de bajo consumo hídrico.
Sería un mundo simple, poco consumista, que no resulta atractivo para el capitalismo, las tarjetas de crédito y la banca, entonces es preferible tener un mundo con crisis del agua como el actual, con explotación intensiva de sus recursos naturales, con micro plástico en el estómago de los peces, pero no sin el Dios Consumismo de este siglo, que da trabajo a tantas empresas y mercados que gobiernan las economías.
La Crisis del Agua tiene varias lecturas, y hoy me quedo con esta que se relaciona con mis decisiones diarias, de cómo vivo y quiero vivir, de cómo todo termina afectándome a lo largo de mi vida. La escala del impacto de mis decisiones es de años probablemente, es decir, desde que realizo una acción (comer mucha carne que conlleva excesivo consumo de agua) hasta que me llega el efecto del déficit hídrico por el sobre consumo de agua por la industria alimentaria (entre ellas el faenamiento de animales) pasan varios años, pero el efecto llega y es en esta vida no en otra, lo que podríamos llamar justicia hídrica personal.
Yo colaboro con la Crisis del Agua, no solo depende de las decisiones del Gobierno o las Grandes Empresas, soy responsable de como vivo y lo que le muestro a mis hijos como estilo de vida, yo soy parte de la crisis actual y futura.
Las crisis pueden ser una oportunidad de cambio y evolución, así que esta Crisis del Agua puede ser una oportunidad para ser un mejor ciudadano con una huella hídrica personal baja, y que sus hábitos y costumbres se miran a la luz de la Crisis del Agua, y me llevan a tomar nuevas decisiones en un mundo más equilibrado.
Los Seres Humanos podemos ser muy Humanos y hacer que la Crisis del Agua nos movilice en la dirección correcta de bajo consumo, más naturaleza, menos autos y más deporte, alimentación más natural, menos procesamiento, poca carne, y menos se va volviendo en más….
Este 22 de Marzo, Día Mundial del Agua te regalo esta simple reflexión, para que más allá de las ideas presentadas en esta columna, nos abramos a hacer un cambio, el tuyo en tu diario vivir, en la casa, el trabajo, en el sistema al que perteneces, porque estimad@s estamos en una Crisis del Agua.







El relato es "correcto" y reconoce la capacidad humana de modificar para mal el planeta.
Sin embargo, también podemos aportar a su mejora y hacerlo florecer.
El enfoque del artículo es muy acorde a la cuestión regulatoria del: mitigar, reparar, compensar que parte de la base de que donde llegamos impactados negativamente.
En mi opinión, debemos cambiar a la idea de Mejorar, Proyectar y Potenciar los territorios y enfrentar ese desafío con innovación para darle viabilidad al planeta que soñamos.
Dale un vistazo a esta tecnología de AWA ... imagino en cada punta de cerro una de estas plantas para regarlos y apoyar la recuperación de la vegetación sobreviviente.
https://www.awaplants.com/videos/