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"¿NADIE QUIERE SER MADRE?"

  • Foto del escritor: Karla González Novion
    Karla González Novion
  • 21 may 2024
  • 7 Min. de lectura

Actualizado: 4 jul 2024

La tasa de natalidad en Chile va a la baja, y eso no es una buena noticia para la sociedad chilena. Si bien este fenómeno no es exclusivo de nuestro país, en nuestro caso es muy marcado siendo la más baja de América Latina.


¿Cuáles serán las razones por las cuales cada vez hay menos postulantes a futuras madres?

Es un privilegio ser Madre decían las abuelitas nuestras, y este título era el mejor diploma que una mujer de los años 70 podía aspirar recibir.


Hoy las Mujeres queremos más títulos, aspiramos a ser profesionales, tener un desarrollo laboral interesante y postulamos a cargos de alta responsabilidad en algunos casos o emprendemos nuestras propias empresas. Hemos pasado varias Olas Feministas y con ello conquistado derechos que nunca nos lo habría otorgado la sociedad.


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Hemos evolucionado como sociedad y somos más conscientes de los derechos de las mujeres y ha sido hermoso abrazar estos cambios, pero han dejado heridas y dolores en el camino, varias mujeres que perdieron su derecho a ser madres, aisladas de su entorno, rezagadas y abandonadas mientras luchaban por alguna causa feminista. En el camino fueron calificadas como Malas Madres por abandonar a los hijos para salir a luchar, y es terrible que incluso muchas otras mujeres lo pensaran así.


Si bien la naturaleza nos dotó de la capacidad para gestar un ser humano, también ha dotado al hombre para cuidar a este mismo ser humano, desde que sale de nuestro cuerpo. No hay ninguna razón física que inhabilite al padre para cuidar a su hijo y criarlo desde su nacimiento y a lo largo de toda la vida.


Es cierto que ser Madre requiere coraje y mucha energía, porque es una tarea demandante e intensa, y de alguna forma y sin darnos cuenta no hemos motivado a las mujeres jóvenes a optar por este maravilloso rol.


¿Será que en esa maratón diaria de criar, sobre todo en la primera infancia, es tanto lo que corremos y nos olvidamos de nosotras que se ve como una tarea demasiado desgastante y exigente?


Recuerdan esa película “No sé como lo hace” donde la mamá corría el día y la noche, y el nivel de exigencia de su entorno familiar, escolar y laboral la hacía estar en un estado de constante evaluación, ese stress es el que las mujeres de hoy no están dispuestas a vivir, y les encuentro toda la razón, no es razonable que sea así.


Hay momentos de la maternidad maravillosos donde nuestros hijos nos llenan de amor y todo hace que valga la pena.


También hay otros momentos donde colapsamos y parece que nadie se diera cuenta, somos una especie de ente criando hijos y en modo automático saltando las vallas de la maratón.


Es de una falta de humanidad no apoyar a las Madres, las que están en nuestro entorno, las de la familia, del trabajo, todas con las que nos topemos, en etapas de hijos pequeños especialmente, donde la doble presencia que vivimos las mujeres es de un stress inimaginable.


Compatibilizar maternidad con trabajo es difícil, y tenemos que hacerlo más fácil, promoviendo una cultura diferente, en que la paternidad sea más activa y se normalicen padres que se toman licencias, que van al jardín a dejar a los hijos, los llevan al pediatra, les llevan a comprar ropa y están involucrados en la historia de sus hijos en todas sus etapas.


Recuerdo hace unos 10 años las consultas de los pediatras se encontraban repletas de mujeres que corrían para llevar a su hijo al control sano o porque está con fiebre, y que debía montar una logística atómica para no perder presencia laboral en su trabajo, y a la vez cumplir con el cuidado de su hijo, en estos casos las nanas y abuelas han apañado por décadas para que esta logística funcione. Lamentablemente esto encubre el real problema de esta inequidad en la crianza, y así tal vez nos ven las chicas hoy, como verdaderas malabaristas y maratonistas de la vida, que no resulta nada seductor para nadie en estos días.

Espero que las consultas de pediatras sean visitadas por más padres cada vez.


¿Qué estarán viendo las mujeres de nuestro país? O ¿Qué interrogantes les surgen? Probablemente las mismas que tuvimos aquellas que ya fuimos madres, pero en un sistema social más consciente de la falta de equidad y del impacto real en la carrera profesional de aquella que decide ser madre.


La conciliación trabajo y maternidad es algo no resuelto y aunque dispongas de los medios materiales y una red de soporte del cuidado para tus hijos, esto tiene impacto en la calidad de vida de las madres. La precaria alimentación y falta de sueño de las madres en los primeros años de vida de su hijo son un hecho.


La maratón que se experimenta desde el nacimiento de la criatura debido a los muchos cuidados que este ser tan pequeñito demanda y que clama por su leche casi a cada momento, hacen de los primeros meses una carrera intensa.


La reinserción laboral es del terror. Quién no recuerda esa vuelta a trabajar, en que intentamos sacarnos la leche en ciertos momentos de la jornada, en un baño no acondicionado para ello, y entre reuniones varias y un ambiente poco adecuado para esta maniobra; fatal.


¿Qué ha ocurrido con la paternidad chilena, la misma que solo ha utilizado la licencia parental en promedio 0,23 % desde el año de su existencia (2011)?


¿Logran los hombres ponerse en nuestros zapatos en la situación de optar por ser madres y en lo que vamos a vivir, o solo piensan en su deseo de ser padres?, puede ser que así sea, y cómo no hay otra manera tampoco en que puedan ofrecerse para los 9 meses y llevar a la criatura en su interior, pero entonces ¿por qué no optan por quedarse en casa y tomarse la licencia parental y cuidar a su bebé?


Es deber de todo el sistema social y su ecosistema humano apoyar en el crecimiento de la población, sin sacrificar a las Mujeres, es decir no a costa de ellas, sino con ellas. Somos el vehículo donde ocurre la gestación, y no es una posibilidad que no sea así, por ello si alguna mujer no lo quiere no debe ser juzgada por su entorno, así como no se cuestiona a los hombres que no tienen hijos.


Desde pequeñas nos imponen jugar a ser Mamás, nos regalan muñecas, y a los hombres no les hacen jugar a ser papás, eso claro que instala en la infancia una condición mental para las niñas, algo así como un aspiracional o ideal para las chicas, que los niños no reciben.

Es válido no querer ser Madre, estás en todo tu derecho.


Lo que planteo más profundamente es la falta de apoyo real que damos a las Mujeres a aventurarse a tener hijos, a quedar embarazadas, interrumpir sus vidas para tener un hijo, con un soporte concreto material, emocional, físico y mental, que les habilite para vivir la experiencia y el milagro de la vida con todo lo que cada una se merece.


El embarazo es un momento de stress físico, vamos a diario cambiando y sintiendo cada vez más aquello de llevar una vida en nuestro interior, que nos llena de alegría y de una tremenda responsabilidad. Todos los cuidados físicos que requiere el embarazo son importantes, pero también los cuidados emocionales principalmente por parte del padre de nuestro futuro hijo. Un embarazo en solitario es muy distinto a uno acompañadas, en un entorno familiar, social y laboral equilibrado, pero lamentablemente hay un grupo de mujeres que no lo ha tenido, y desde ahí empiezan las adversidades en la real carrera de ser madre.


Está tan normalizado que las madres se encarguen de tanto en la crianza, que cuando vemos un padre paseando un niño, jugando en la plaza o en el pediatra con el hijo, nos enternece tanto y lo miramos con admiración, como si fuese algo especial. Yo misma me veo sonriendo ante este cuadro de paternidad responsable y me doy cuenta que en mi propia cabeza tengo el estándar muy por debajo de lo que las Madres nos merecemos.


Este Mayo ya celebramos a las Madres como cada año, a la nuestra (si está con nosotros) y nuestros hijos nos saludaron y fue maravilloso, y efectivamente un privilegio como diría mi abuelita, pero esto es algo básico que no resuelve la vivencia agotadora de ser madres y ser trabajadora.


La cultura hay que cambiarla, más allá de las leyes y normas que avancen en la equidad de la crianza, eso es fundamental, pero si seguimos actuando de la misma manera no tendremos más Madres, porque nadie quiere serlo en una sociedad que te deja a la deriva con tu nuevo rol, con un abandono inhumano o falta de empatía del entorno, ya sea familia, colegas y amistades que no se humanizan para apoyar este rol de madre tan necesario para que la sociedad tenga más humanos.


Nadie quiere ser Madre así que vamos construyendo una nueva normalidad en que padres y madres crían en conjunto, donde ambos siguen siendo personas con derecho a salir con sus amigas, hacer deporte, aceptar un nuevo un cargo o empezar un nuevo emprendimiento.


Qué tal empresas que promuevan la participación de los padres en la crianza, con gerencias pro paternidad, donde vamos instalando nuevos modelos de crianza, me gusta ese paisaje laboral.


A estas alturas a momentos creo que ser mala madre a ratos puede ser muy reconfortante y que colapse el hogar puede ser una nueva normalidad, y si bien es una ironía, dejar en evidencia las miles de cosas que hemos hecho por nuestros hijos puede ser una nueva campaña publicitaria, para un nuevo contrato, con mismo sueldo pero menos funciones…..la felicidad de ser Madres es única, pero queridos lectores requiere de un equilibrio básico para que sea justo y todos avancemos en nuestros sueños y metas, sin seguir dejando más Madres sobre exigidas en el camino.

 

 
 
 

3 comentarios


Invitado
07 may

Es tan cierto lo que dices!! La maratónica carrera de la maternidad responsable y con un trabajo demandante, es realmente agobiadora. Yo recuerdo esos días en que mis hijos chicos, la nana, el colegio, la casa y el trabajo estaban en la misma prioridad, mientras el padre sólo trabajaba y llegaba a la casa a sentarse con el control remoto del TV! No quisiera volver a vivirlo ni por todo el oro del mundo!!

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Invitado
24 may 2024

Muy acertada la reflexión ante estas noticias. Me abriste un montón de interrogantes y a la vez me acordé de tantas visiones que he ido conversando en el tiempo con amigas madres y no madres.

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Invitado
22 may 2024

Siempre escribes tan lindo, interesante y de actualidad.Felicitaciones!!!

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