"MADRE SIN CULPA, NO ES MADRE"
- Karla Gonzalez
- 6 may 2022
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 6 may 2022
En esta “Día de las Madres” me pregunto cuáles son los sentimientos que más abundan en las Madres, y el primero que me aparece es el de la CULPA.
Hay una variedad de situaciones y circunstancias que nos hacen sentir la terrible CULPA de la Madre.
Nuestro desarrollo como Madres cuidadoras, desde tempranas etapas de nuestros hijos, se ven acompañadas por la CULPA. A quién no le ocurrió aquello de ir al Pediatra, en esa primera consulta donde el bebé debía subir de peso unos gramos establecidos por alguna tabla médica, y tu hijo no alcanzaba ese deseado peso, entonces el Pediatra amoroso te comentaba “este bebé no está comiendo lo suficiente”, y ahí estás sentada tú, el alimento principal de tu hijo, no cumpliendo con tu única labor de aquellos días. Quién no salió de esa consulta con su bebe hermoso, redondito, colores maravillosos, con la CULPA de no tener leche suficiente o algo estar haciendo mal. La mezcla de cansancio físico y emocional son una granada para la autoestima de esta madre que está recién empezando con su labor.
Y así a medida que van creciendo, si el hijo es muy delgado, o es muy gordito, la Culpable es la Madre, no hay otro personaje adulto más responsable que este. Y qué decir si el niño anda con los mocos colgando, o con la ropa algo averiada, porque la imagen de la criatura también es responsabilidad de la Madre.
Es para una Comedia de Cine las situaciones que hay donde la Madre no está cumpliendo su labor, de 14 horas por 7 días a la semana, porque ese es el estándar que el sistema nos impone, subsidiado por el patriarcado obviamente. En esos días el padre sigue con los partidos de fútbol, paddle e idas al estadio, porque la felicidad de tener un hijo lo alegra tanto y esto lo comparte con sus amigos.

La falta de tiempo personal que las Madres hemos vivido, en los primeros años de vida de nuestros hijos, nos mantienen en una condición de locas tratando de sobrevivir a las múltiples exigencias que el sistema y nosotras mismas nos imponemos. No existe maquillaje alguno que logre disimular esta locura.
Ser Madres es la experiencia más maravillosa de la vida, sin duda, pero la más desgastante, así es.
Cuando las criaturas ya empiezan a ir al colegio, comienzan las otras nuevas responsabilidades del año escolar y sus múltiples materiales, tareas y actividades que el niño o la niña necesitan que su Madre les entregue de manera casi automática. En algún momento confieso que pensé poner una bodega con insumos de Lápiz López, para tener de todo, y no recibir esa llamada tierna y dulce del niño, a eso de las 18:30 hrs cuando manejabas de vuelta del trabajo a casa, y te pide le pases a comprar papel Kraft o cartulina. Esa llamada es más temida que la del propio jefe, porque significa que, en vez de llegar a casa, debes pasar como una loca a comprar el material, contando los minutos para que la señora que te cuida a los niños te regale sus minutos para quedarse un ratito más en casa……así es como nos convertimos en Maratonistas, corriendo por aquí, corriendo por acá.
Pero hijito la próxima vez avíseme antes por favor, le decimos a nuestro hijo, y el niño te responde “es que lo dijeron hoy”, y ahí es cuando uno se pregunta, quién fue la solidaria profesora o profesor que de un momento a otro les pide un inocente y económico material para el día siguiente. Y lo casi ridículo es que este material vale menos de mil pesos, y entonces es cuando me digo tengo que poner la sucursal de Lápiz López en mi casa, seguro que no me vuelve a pasar esto.
Pero claro te sientes culpable de no estar más en casa, de andar tan estresada, de no estar tan disponible, porque al entrar a casa, los niños alegres y bulliciosos comienzan a hablarte todos a la vez, y sabes que te quedan como 2 horas para hacer todo; dar cena, hacer tareas, lavar la loza, preparar colaciones para el día siguiente, y así, y así. Es como estar viendo una película donde eres la protagonista, LA MAMÁ, y que dura como 2 horas, y sabes todo lo que viene, pero no estás ahí disfrutando, porque tienes mil cosas en la cabeza, de pega, de hijos, de casa, en fin. Y te sientes culpable porque te dan ganas de no hacer nada, de sentarte a tomarte una copa de vino, y ver un capítulo de tu serie favorita, pero en eso despiertas de este ensimismamiento en que has caído, y te pones a hacer todo, con energía, cantando, de paso les dices a los niños que eres la Súper Mamá, y todo resulta bien, con esta actitud, y sin esta compañera “la CULPA”.
Cuando llega la hora de ir a dormir, los chicos ya empiezan a bajar las revoluciones, y los pijamas se visten de niños con sueño, y los llevas a la camita, con lectura flash de cuento corto, y resulta que uno de los chicos está demasiado cansado, inusual, entonces le tocas la frente y……tiene temperatura. Mamá la realidad siempre puede ser peor, así que vas en busca del ibuprofeno salvador, que permitirá a este niño bajar su temperatura y que duerma bien. De inmediato hay que armar la estrategia para el día siguiente, donde la presentación al jefe debe realizarse a las 9 AM. Te sientes culpable de no poder cuidar a tu hijo, de no poder quedarte en casa, de mandar al carajo el trabajo, de tener que desdoblarte para cumplir con todo.
Empiezas a escribir un whatsapp a tu jefe, y te sientes culpable de pedirle cambiar la fecha de la presentación, la CULPA se asoma por todas partes…..
Es una locura ser Madres, y vale mucho la pena, nadie lo cuestiona, pero necesitamos que nos hagan sentir bien como Madres, que no nos digan que nuestros hijos están muy flacos, muy gordos, demasiado tristes, muy inquietos, y que nos hagan creer que esto es malo, que lo correcto es cambiar esta condición de nuestros hijos, y que somos las Madres las que debemos resolver esta situación. Estimados lectores no es necesario decirle nada a las Madres.
Cuando entran en la adolescencia la cosa se pone interesante, porque ahí los problemas son de otro calibre, del tipo depresión juvenil, adicciones, y otras cosas similares. En esta etapa en que como seres humanos empezamos a cambiar de piel, y queremos ser grandes, con cambios hormonales intensos, las Madres son de una contención increíble, y esto requiere de equilibrio, integridad y madurez, que no todas tenemos, y que requiere tengamos más control emocional, así que la CULPA no se ha ido, está de vuelta.
Esta etapa tiene otro tipo de CULPA, esa de no escuchar a los hijos con suficiente atención siempre, esa por gritarles, o no darles todo lo que nos piden de tecnología y permisos para salir al mundo juvenil que tanto les atrae.
Si soy aprensiva y estoy encima me siento culpable de no estar desarrollando mis proyectos y mi carrera, de no juntarme con mis amigas, y si les dejo espacios y libertad a mis hijos y tomo el súper cargo en el trabajo que tanto me merezco, me siento culpable de que luego caigan en alguna depresión o adicción producto que su Madre no estuvo con ellos.
Es decir, Madre sin CULPA, no es Madre.
Entonces en este Día de las Madres cambiemos el panorama, no fomentemos la CULPA entre nosotras, ni de nuestras Madres, esas que dejaron todo por criarnos, esa que sale en los comerciales y la publicidad de estos días, donde aparece la Madre abnegada, la última integrante de la familia en acostarse y que una vez que todos están descansando va a su cama, nunca antes. No Chicas, dejemos que la casa este hecha un desastre, el cabro chico coma yogurt con cereal toda la semana, y el adolescente tenga su pieza desordenada, con ropa sucia de más de una semana, si, las invito a dejar las CULPAS y celebrar nuestro Día de la Madre, sin CULPA; a comer rico, no cocinar, un día en casa sin ordenar nada y viendo la serie que tanto amo, adueñarse del control remoto del televisor, y comer gracias a un toque mágico de mi celular por Rappi, donde yo elijo que comer, sin pensar en los hijos ni el marido, donde sin CULPA comamos lo que yo quiero.
Si eres Madre espero te hayas reído con esta columna, y la CULPA esté despidiéndose de tu ser.
Una última prosa, extraída de una columna española:
“La conciliación es un problema no resuelto y tiene mucho que ver con la culpa. Hasta que no se asuma el cuidado compartido de la población infantil por parte de mujeres, hombres, familias y Estado seguirá pesando la culpa sobre las madres como un sentimiento difuso”.
https://www.eldiario.es/nidos/dia-madre-dia-culpa_129_8946665.html







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