"ESCRIBIR MI MITO PERSONAL"
- Karla González Novion

- 27 jul 2022
- 6 Min. de lectura
Episodio N°23 Postcad “Las Malagradecidas” Spotify

Inspirada de la conversación con Ana Luz y Mauja, Intelectuales divertidas se gestaron algunas reflexiones.
Ante la pregunta ¿Con qué roles se han identificado, que ya no las tienen tan contentas, y que quieren dejar?
Nos vienen a la mente roles relacionados con lo que nos impone el sistema, y que a veces no ha tenido mucho que ver con nosotras, pero que asumimos; como la buena hija, la buena niña, polola entretenida, etc.
También aparecen roles en el ámbito laboral, en el mundo de la ingeniería, por ejemplo, donde había que demostrar que eras capaz, sin tener referentes, además, que partía desde la vida universitaria esta situación de estarse validando permanentemente.
Esto con los años cansa y te hace suprimir parte de tu femineidad, y eso no parece justo.
Hoy más consciente no sacrificamos nuestra parte femenina, ni nuestras emociones, por ser validada por los demás.
Nos vemos en varios roles para los demás, estudiar una carrera, casarse, tener hijos, y ¿Cuánto de ello era lo que realmente queríamos?, y es que estuvimos muy enfocadas en el hacer, más que conectadas con el ser, como una verdadera maratón. Esto nos llevó en parte a despreocuparnos de aquello que estaba en nuestro interior.
Otro rol que se nos aparece es el de la productividad, de estar haciendo muchas cosas a la vez, en la casa, para los hijos, la pareja, el trabajo, etc. Una mujer productiva todo el rato, y eso por supuesto que agota. Esto lo vemos como un rol muy impuesto y con más énfasis en las mujeres.
En definitiva, muchos de estos roles impuestos por la cultura, por los deseos de ser aceptada y ser exitosa.
Y esto de pasar del “Hacer” al “Ser” hace la diferencia. Entonces buscar el Mito Personal puede andar por ahí, y aunque pueda parecer solitario, hay que atreverse, y de a poco te empiezas a encontrar con personas que andan en la misma tuya.
Construir el propio Mito, implica tener que conocerse profundamente, y además que uno no nace sabiendo lo que es capaz de hacer, así que hay un camino por recorrer. Esto requiere de ese camino personal, y hay que tener en cuenta que existen ambientes que propician más la construcción de este camino, y si lo vives con otros, esto parece más ameno.
Los roles que hoy queremos ocupar son todos aquellos que no nos enferman, porque el cuerpo avisa, manda señales que debemos escuchar.
Hoy tengo un radar, un sensor más ajustado, que manda señales, cuando duermo mal, o que el cuerpo no me acompaña.
Y me pregunto ¿quiero seguir cargando algunas mochilas emocionales a mis 50 años?, porque me quedarán unos 40 años de vivir, y quiero vivir bien, así que puedo descolgarme de algunas cargas emocionales, o vincularme de manera distinta en mis relaciones, aun siendo muy cercanas. Le pongo distintas energías, y mi guata y el diálogo interno me advierten.
Tenemos algunos paradigmas que se relacionan con la escasez, que me hacen sobre exigirme, hasta transgredirme, hay como un diseño de fábrica, y hoy quiero vivir desde la abundancia. Esto de vivir pensando que se va a acabar lo que tengo, con miedo, en fin.
La idea es liberarse de los mandatos que están instalados tan profundamente, y construir Mi Mito sin ellos.
¿Qué costo tiene dejar que sigan operando desde el inconsciente los mitos personales?
Nos parece que un costo importante es la falta de evolución.
Si continúo en lo mismo, pensando de la misma manera, hasta los procesos mentales no cambian, entonces creo que hay que llevarse a conversaciones nuevas, lugares distintos, nuevas amistades, olores nuevos, en fin. Esto me ayuda a dar un salto cuántico. Si doy estos saltos me doy cuenta de qué soy capaz, y me atrevo a hacer cosas nuevas y locas; escribir un libro, hacer un podcast, y me empiezo a atrever a escribir mi propia historia, soy mi autora, y eso me da autonomía.
A estas alturas de la vida uno puede hacerse cargo de sí mismo, traemos tantos elementos en el corazón, en la cabeza, para autogestionarnos en muchos ámbitos. Estamos en la plenitud de la vida, con más autonomía, libertad e independencia intelectual para transitar hacia una nueva condición.
El susto de lo nuevo, esa adrenalina puede ser saludable, y con ello aparece la pasión y la locura que son maravillosas.
En lo familiar uno puede reconfigurar las relaciones, con una madurez, que me lleva a relaciones más adultas y no tan infantiles, y claro que es difícil, porque la tendencia es a que no cambien.
Tiene muchos costos el no atrevernos a explorar nuevos mundos, y generar un Mito Personal, una Historia Personal, es escribir tu Vida.
Cuando eres joven piensas que tendrás mucho tiempo por delante, pero ahora, a los 50 ya no, y se siente la urgencia de tener el Mito Personal, es urgente saber para que soy buena y de qué soy capaz, y que puedo hacer con ese descubrimiento, como contribuyo al mundo de una manera distinta, como soy parte de un proceso evolutivo.
Y es importante conectarlo con el impacto que uno genera en el entorno. Uno puede ser un referente o inspirar a otros, va más allá de vivir para mis hijos y mi mundo cercano, puedo colaborar con apoyar a otras mujeres, reducir la brecha social, en fin, construir un mejor país.
Yo impacto y me siento con más autoridad, y tomo consciencia que cada día importa.
Es decir, lo que haces, y lo que no haces, tiene un impacto en el entorno.
Cuando seguimos en el mismo mundo que tenemos, con el mismo libreto, nos restamos de aportar y construir el mundo que queremos.
¿Qué recomendaciones damos para reconectar con el poder de construir un Mito Personal?
Un ejercicio puede ser mirar la vida que uno ha tenido, con sus abundancias y carencias, y mirarlas con más madurez, más realidad, y volver a interpretarla. Con esta mirada soltar y hacer una limpieza, y extraer lo que me sirve para construir mi Mito y Proyecto de Vida. Una mirada renovada, que me da libertad y autonomía, y que me he despojado de aquello que no me identifica hoy.
Y como dijo Virginia Wolf: “Ya no hay prisa, ya no hay apuro, no hay necesidad de brillar, no necesito ser nadie….salvo ser uno misma.”
Esa es la pega ahora, ser fiel a mí misma, y ya no puedo dejar de escuchar mis dolores físicos y del alma, y llevo mis pomadas y cremitas que me restauran y me acarician el alma.
Todo esto me permite construir Mi Mito Personal, uno construido desde la absoluta conciencia de quién soy y quiero ser.
El consejo es tener una conversación con uno, y reconocer lo que ya no me hace tanto sentido, y atreverse a encontrarnos con lo que somos, con esa hoja en blanco, y darle. Y decirnos esta soy yo.
La práctica de la escritura es muy generativa, el escribirse y leerse, es muy potente.
Cuando cambio mis interpretaciones de mi historia cambio mi pasado, y es más enriquecedor y generativo, y veo mis recursos que están disponibles para mí. Cuando me reconcilio con esta historia avanzo de una manera más saludable.
Una práctica bonita es ver lo que se ha podido hacer, como nos hemos superado, desde una competencia con uno mismo. Y salirse de esto de irse comparando con otros, porque en realidad la vida se juega con uno mismo. Salirnos de la cultura de la competencia, al interior de las familias, en los trabajos, en fin.
Importante explorar desde niños, para ayudar a los hijos a encontrar su Mito Personal, y apoyarlos en conocerse y que exploren, sin miedos. Ampliar la escucha hacia los hijos, y ayudar desde ahí, sin ser tan opinólogos.
Generar un ambiente propicio para descubrirse.
A veces somos negacionistas y no queremos que los hijos vayan a lugares para los que los padres no estamos preparados.
El ambiente de incertidumbre de la pandemia ha amplificado los miedos, y estamos más propensos a escapar de ellos, y lo transmitimos a nuestros hijos, y escogemos carreras que nos den seguridad y no morimos de hambre, pero que puede que se nos muera el alma.
Hay momentos en que hay que salir del caparazón, y si se puede, hay que hacerlo, porque el proceso es maravilloso y es conectarse y gozar, entonces merece la pena vivirlo.
Explora, reescribe tu historia, conéctate con lo que te lleve a ser protagonista de tu propia vida, escribe tu Mito Personal.








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