"¿COMPRAS BASURA?"
- Karla González Novion

- 23 oct 2024
- 5 Min. de lectura
Parto esta columna con la siguiente pregunta ¿Tú compras basura?
La gran mayoría ante esta interrogante responderá que no, quién sería tan extraño para pagar por la basura, cuando siempre queremos se la lleven de nuestro hogar.
Estimados lectores hay un alcance especial en la pregunta, ya que me refiero a la gran cantidad de cosas que compramos y que en un porcentaje se transforma finalmente en basura, en el corto o mediano plazo. Es decir, casi todas mis compras llevan implícita una cantidad de basura.
Puede ser que aquello que adquirí luego de varios usos pase íntegramente a ser basura dentro de mi casa, o parte del producto no sea utilizable (empaquetado por ejemplo) y se bota directo al tacho de la basura.

El constante ambiente de consumismo de las redes y medios de información nos incentiva permanentemente a comprar cosas, y que en su mayoría no sabemos lo que son, efectivamente, por ejemplo si compro un artículo, ¿me entero del material del que está fabricado, y del origen del mismo?, ¿analizo si le puedo dar un uso posterior a la vida útil que estimo darle?.
En realidad, la decisión de vida útil que le doy al producto puede ser parte de la problemática, pues en estos tiempos hay productos que duran cada vez menos, y los cambio con demasiada facilidad, sin cuestionar la basura que produzco al desechar su uso.
Voy a poner un ejemplo doméstico; el hervidor eléctrico aquel que reemplaza la antigua tetera. ¿Este electrodoméstico tendrá un tiempo de duración o vida útil de un año?, o dos, realmente no creo que más tiempo. Si ciertos productos duran menos, vuelvo a comprarlos una y otra vez, y entonces genero basura en cada compra, es decir, compro basura al unísono con el hervidor, en este ejemplo. La lógica que hay poco explícita en la oferta de electrodomésticos de vida corta es parte de la cadena de compras en la que caemos con frecuencia. La tecnología hace lo suyo, pensemos en la cantidad de celulares que cada uno ya ha utilizado a lo largo de su vida, serán 5 o 10, algo así debe ser.
El modelo económico que hemos creado como sociedad es así, consumir y consumir, sin reparos de cuanta basura producimos, y cuantos desechos aporte al sistema, algo así como Mi Huella de Basura.
Todo trae basura, los alimentos tienen un envoltorio, qué si no lo reutilizo, va al reciclaje, entonces su compra conlleva una cantidad de desecho.
Hay alimentos que se compran directo en el centro de producción, algo así como la compra del kilo de frutas en la feria, que si llevo mi bolsa no genero basura, y es consumido al 100% por el grupo familiar. Otros alimentos con cáscaras y partes que no se consumen pueden ser input de un compost o secado para semillas, pero convengamos que eso es de más trabajo y no siempre estamos dispuestos a invertir tiempo y disponer del espacio, por lo cual algo de basura orgánica queda de esta compra.
Ni hablar de la variedad de electrodomésticos y utensilios de nuestras cocinas, parecen un verdadero shopping al interior de ellas.
Recuerdo que antes solo existía la preciada Juguera con la cual hacías de todo, y que al estropearse la llevaban al eléctrico del barrio, que con algún cambio de repuesto era posible extender su vida útil, y seguir utilizando para los jugos naturales de la Juguera Familiar a lo largo de toda la infancia.
Esta práctica antigua de arreglar las cosas a toda costa se ha perdido, y veo difícil de recuperar.
¿Podemos vivir con menos? Por supuesto que sí, siempre se puede, pero estamos adormecidos con el consumismo. Siempre hay algo que me quiero comprar, algún pendiente, de ropa, tecnología, electrodomésticos, decoración, en fin.
¿Si compramos menos, las empresas grandes y pymes empiezan a caer en picada?
Talvez si, tal vez no, tal vez es una oportunidad para desarrollar productos que siempre tengan un segundo o tercer uso, más allá del reciclaje, me refiero a una utilización al interior de mi propio hogar, sin tener que dejar en acopios de reciclado y que se deban agregar procesos para su adaptación al siguiente uso.
Hay que darle más vueltas a los productos que compramos y que nuestra compra sea más sostenible, y en mis preferencias como comprador estemos dispuestos a pagar más por una compra mejor.
Analiza tus compras e intenta clasificar cuanto de basura traen y tenlo en cuenta para tu próxima compra.
Los acuerdos de producción limpia, las buenas prácticas, economía circular y otros conceptos son claves para que se avance en esta materia, pero lo más de fondo es la CULTURA que está instalada en nuestra sociedad, que a mi parecer incentiva la compra “on line y express”. Las plataformas shein, aliexpress, temu, alibaba, entre otras ofrecen tantas variedades de productos que es difícil no caer en la tentación de comprar, porque son en general económicos, y se ven atractivos, pero la pregunta es ¿necesito este X producto que estoy a punto de comprar? ¿alguien se daña con mi compra?
Estimados lectores se estima que cada habitante de Santiago genera 1,3 kg diarios de residuos, de los cuales sólo un 10% se envía a reciclaje, cifra superior al promedio nacional. Las regiones que le siguen en cantidad de residuos son Valparaíso (10,6%), Biobío (9,3%) y Coquimbo (5,2%). (1)
Todos compramos basura, por internet, de manera presencial, con tarjeta de débito o de crédito, todos somos parte de las múltiples compras diarias de basura planetaria, y por lo tanto en cada compra incrementamos los volúmenes de desechos de nuestro único planeta.
Si se valorizan los impactos, la tecnología y la innovación se pueden encontrar alternativas de mejora, y con ello tener un ecosistema de emprendedores y consumidores que con los mismos valores de sostenibilidad tengan un perfecto match, y migremos hacia compras más verdes y dispuestos a pagar por ello. Todo esto requiere la voluntad de cambiar hábitos de consumo a escala mayor, con marketing adecuado y profesionales que trabajen para ello.
La población mundial que irá aumentando la esperanza de vida y con tasas de natalidad menor, tendrá personas más grandes en un porcentaje cada vez mayor, y ello puede ser un buen efecto porque pienso que con los años se te van calmando los deseos de comprar, o eres más reflexivo en el actuar entonces las compras impulsivas deben ser menores….la edad te va aportando una mirada más armónica con tu entorno y más reflexiva sobre lo que realmente necesitas para vivir.
El ecommerce en Chile está dominado por los jóvenes laboralmente activos, y a nivel mundial corresponde al 20% de todo el comercio minorista mundial, así que en un mundo tan digitalizado hay que tener en cuenta lo mucho que se facilita la adquisición de bienes y servicios, que en este caso me parece hace más asequible la compra compulsiva que nos viene de vez en cuando, sobre todo en los cyberday.
¿Y tú crees que podemos comprar menos BASURA?
Esta reflexión se inspiró de unos interesantes comentarios del Grupo de Whatsapp Sostenibilidad que aprecio cada día más. Gracias.







El ejemplo del celular es clarísimo de la compra sin sentido. La gente se empeña en cambiarlo lo más posible y ostentar q tiene nueva versión.
Ahora la aberración de comprarles celulares a lis hijos que ni siquiera van al colegio es increible.
El manejo de la basura tiene un costo y la gran mayoría de los países no tienen los recursos para enfrentar este problema. Producción Limpia y Economía Circular van en sentido correcto pero falta la conciencia individual.
Lo pienso. Por eso no voy a mall chino, no tengo cuenta en Temu y Aliexpress sólo si es algo que no tenga piezas mecánicas que lo inutilizarán rápidamente y por supuesto tampoco ropa.
Me preocupa cada vez más el consumismo, no porque gastemos nuestro dinero, cada uno verá qué hace con él. Me preocupa por la basura. Me atrevería a contestar que sí: compramos basura.🤓