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  • Foto del escritor: Karla González Novion
    Karla González Novion
  • 3 jun 2022
  • 4 Min. de lectura

Ser Mujer tiene un correlato con la Imagen Corporal.


Tanto hombres como mujeres han creado un gran mercado en torno a la Imagen Corporal de las Mujeres, en casi todas partes del planeta, y desde hace muchos muchos años.

La supuesta belleza de la que debemos hacernos esclavas se relaciona con ciertas partes de nuestra anatomía, con objeto de reducir algunas o aumentar otras.


Hay cánones de belleza, se acuerdan del 60-90-60, sí, ese tan famoso trío de números que simboliza dimensiones de 3 partes de nuestro cuerpo que deben medir una determinada magnitud, ni más, ni menos.


¿Nunca he escuchado algún grupo de números para los Cuerpos de los Hombres, extraño no?

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Hace unas varias décadas se pusieron de moda las píldoras para adelgazar, y en varias de nuestras familias, bajo receta médica de un doctor autorizado en el tema, se les recetaba a las niñas que se escapaban de las dimensiones soñadas o los estándares de belleza de la época. Sin conocer los efectos adversos de estos medicamentos, hacíamos uso de ellos ya que lo que primaba era el resultado de la Imagen Corporal de la Mujer que debíamos tener.


Con el tiempo somos más conscientes de la nutrición que debemos aplicar en las dietas o regímenes a los que nos sometemos, pero aún se siguen promocionando productos alimenticios, en su mayoría líquidos y con colores de fantasía que sacien el hambre, ayuden a digerir todo rápido, y así bajemos de peso.


Cualquier truco que sirva a alguna amiga, pariente, o famosilla que haya bajado rápido de peso nos es de interés, o descubrimientos de combinaciones fatales de alimentos que te hacen subir de peso, en fin, el peso siempre es una información que nos atormenta a las Mujeres.


Me he fijado que en los videos de las chicas famosas lo que más resulta atractivo a ojos de otras mujeres son las delgadas, y las que se ven de menor edad, es decir, el culto a la delgadez y la juventud está demasiado presente en todas las publicaciones de RRSS, Youtube, o espacios virtuales.


La gravedad hace su efecto en cualquier objeto, y obvio que en el cuerpo también, y esta es otra arista de la Imagen que nos ofrece la publicidad de la Mujeres que empiezan a madurar, y que deben mantener ciertas partes de ellas bien firmes, y ahí la oferta de cirugías express o renovaciones más profundas son infinitas.


Los estereotipos de Imagen Corporal o Belleza en la Mujer llevan implícitamente otros atributos, asociados con ser sexis, deseables, populares, vigentes, y que creemos nos hacen más interesantes.


Chicas ¿Qué más interesante resulta una mujer que es natural, espontánea, con humor, y lleva lo que le agrada sobre sí misma para caminar por la vida, que lleva su propia moda sobre la pasarela que ella construye a su paso?


El tiempo que invertimos en nuestra Imagen Corporal ¿es un tiempo que nos conecta con nosotras?, porque cuando voy a la peluquería a hacerme el pelo, y me regalonean, y me relajo, resulta ser como una terapia, hay una combinación bella de hacerme un regaloneo y renovar mi imagen, que me regala tiempo para mí, sin responsabilidades, sin trabajo, ni crianza, y otro ser queda a cargo de la tarea, la peluquera o el peluquero.


¿Qué vemos cuando nos miramos al espejo?, lo que realmente somos, lo lejos que estamos de esa imagen estandarizada que la publicidad muestra, lo que debemos mejorar de esa anatomía o la gratitud de tener un cuerpo que nos permite conducirnos por la vida con autonomía.


Gran parte de esto lo que hace es moldear nuestra conducta alimentaria, e incluso nos lleva a dejar alimentos que necesitamos, y nos hace llevar ese control de calorías consumidas como un indicador diario y silencioso que va sumando lo que ingreso a mi cuerpo.


Cuántas situaciones las vivimos a medias, por estar preocupadas de vernos bien, mostrar nuestro mejor ángulo, o lo que sea, mientras nuestros amigos los varones disfrutaban más libres de la imagen que podían dar. Ni hablar del calzado con que hemos torturado nuestros pies por vernos más altas o a la moda…me acordé del taco aguja de la época de mi madre, que horrible chicas.


¿Por qué hablamos del cuerpo del otro? Sí, así es, cuando nos reunimos y llegamos alabando a una amiga que bajó de peso, y a algún sobrino que ha crecido y su altura también son atributos que destacamos.

Esto de hablar del cuerpo del otro es bien invasivo, esto de opinar de su cuerpo, dando calificaciones con una carga positiva o negativa de su anatomía.


¿Cuándo aprendimos esto? Me parece un horrible aprendizaje.

Hay que desaprender, no tenemos la autoridad para opinar de la imagen corporal de ninguna persona, y tampoco de una Mujer, sea tu Madre, Hermana, Prima, Profesora, o Ministra de tú país.


No te invito a no querer verte bella, a no cuidar tu imagen, te invito a escoger la imagen que tú quieras para ti misma, sin estándares impuestos por este sistema que exige a la Mujer ser delgada, guapa, sexy y juvenil.


Busca tu estilo, hazte fans de ti misma, arma tu onda, que te aseguro te dará una manera única de valorarte a ti misma, y de pararte frente al mundo, con la Imagen Corporal que tú quieres tener, y cuando te mires al espejo te darás un guiño de lealtad a ti misma.


Te digo algo, el mejor ropaje que llevas es la actitud con que caminas por la vida, eso te hace increíble!!!


 
 
 
  • Nicoletta Pranzini Canessa
  • 20 may 2022
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 20 may 2022

Hace un par de años asistí a la cumbre de la mujer y el dinero donde me di cuenta que tanto yo como muchas mantenemos una relación poco sana con el dinero, ahora te explico por qué.

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Por siglos los proveedores han sido los hombres nos guste o no, eso ha sido una marca que nos ha dejado el patriarcado hasta hoy, donde un porcentaje de la población femenina entiende que es tema de hombres su administración e inversión. Y la manipulación emocional que eso ha significado nos deja en un lugar de vulnerabilidad.


Descubrí que mi relación con el dinero era pésima y que tenía algunos temas que resolver, mirar y sincerarme para lograr una conexión plena con el dinero y la abundancia.


Partí mirando qué había escuchado sobre el dinero, cuáles habían sido las enseñanzas que había recibido desde muy pequeña y descubrí que relacionaba al dinero con algo sucio, y que para obtener mi mesada debía sacarme buenas notas.


En resumen, con esfuerzo podía obtener algún beneficio económico; ¿Cómo se traduce eso cuando uno es adulto? Que pensamos y sentimos, que si no nos sacrificamos bastante no merecemos la recompensa, o es poca y nos conformamos.


Lo otro que confirmé es que el dinero es una forma que usan los varones para reforzar su masculinidad, y que cuando la mujer gana más que él, generalmente es un tema que a muchos los perturba, como ya sabemos el mamut lo trae el hombre y la mujer lo cocina, en la visión patriarcal.


Esto está cambiando lentamente, sin embargo, las mujeres ganamos casi un 30% menos que los hombres (1). Además el trabajo doméstico no es contabilizado como trabajo, se entiende que como eres madre y estás en casa es tu deber hacer esas labores, es parte del “rol”, y si cobraras por eso te etiquetarían de mala madre como mínimo.


Según estudios (2), el trabajo no remunerado de las mujeres significa al menos US $10.8 trillones por año en valor para la economía, tres veces más de lo estimado para el sector tecnológico. Es decir, este trabajo es parte importante de la base económica de un país y no lo valoramos/valoran lo suficiente.


Seguido a eso, la relación con el dinero también es culposa porque para ganarlo debemos “abandonar a las crías” y “cazar nuestro propio mamut”. Se nos castiga por elegir salir de casa, por la independencia, por querer crecer y cumplir nuestro propósito. Alguna vez me dijeron que los hijos se trauman más cuando la madre sale a trabajar, así con este tipo de sentencias explícitas y otras tantas implícitas la culpa aumentó exponencialmente.


Culpa por que muchas veces escondemos lo que nos compramos y/o preferimos gastar en los otros, hijas, hijos, pareja etc.


Eso me hizo pensar ¿Qué tipo de gastadora soy?


¿Les pasa que cuando reciben dinero es como una papa caliente de la cual quieren deshacerse rápido?, ¿O que ahorran compulsivamente, son en extremo ordenadas y cualquier gasto extra las saca de su control?


Pues bien, cualquiera sea su acción esta tiene relación con lo que dije antes, que aprendimos cuál es la relación emocional que tenemos con el dinero, y que valor le entregamos.


Pero esto no para aquí, también está lo que pensamos de la gente que tiene mucho dinero y cómo eso nos aleja inconscientemente de querer ganar más. Esto podría estar bloqueando nuestra relación con la abundancia, entendiendo esto no solo con el dinero sino con lo que está disponible para nosotras a nivel más espiritual.


La relación con el dinero es algo que hay que cultivar, mirar y replantear a diario para mejorarla y permitirnos ganar lo que nos corresponde, no sólo lo que creamos merecer, considerando esto cómo un derecho más que como un mérito.


Y ahora ¿puedes decir que relación tienes tú con el Dinero?



 
 
 
  • Foto del escritor: Karla Gonzalez
    Karla Gonzalez
  • 6 may 2022
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 6 may 2022

En esta “Día de las Madres” me pregunto cuáles son los sentimientos que más abundan en las Madres, y el primero que me aparece es el de la CULPA.


Hay una variedad de situaciones y circunstancias que nos hacen sentir la terrible CULPA de la Madre.


Nuestro desarrollo como Madres cuidadoras, desde tempranas etapas de nuestros hijos, se ven acompañadas por la CULPA. A quién no le ocurrió aquello de ir al Pediatra, en esa primera consulta donde el bebé debía subir de peso unos gramos establecidos por alguna tabla médica, y tu hijo no alcanzaba ese deseado peso, entonces el Pediatra amoroso te comentaba “este bebé no está comiendo lo suficiente”, y ahí estás sentada tú, el alimento principal de tu hijo, no cumpliendo con tu única labor de aquellos días. Quién no salió de esa consulta con su bebe hermoso, redondito, colores maravillosos, con la CULPA de no tener leche suficiente o algo estar haciendo mal. La mezcla de cansancio físico y emocional son una granada para la autoestima de esta madre que está recién empezando con su labor.


Y así a medida que van creciendo, si el hijo es muy delgado, o es muy gordito, la Culpable es la Madre, no hay otro personaje adulto más responsable que este. Y qué decir si el niño anda con los mocos colgando, o con la ropa algo averiada, porque la imagen de la criatura también es responsabilidad de la Madre.


Es para una Comedia de Cine las situaciones que hay donde la Madre no está cumpliendo su labor, de 14 horas por 7 días a la semana, porque ese es el estándar que el sistema nos impone, subsidiado por el patriarcado obviamente. En esos días el padre sigue con los partidos de fútbol, paddle e idas al estadio, porque la felicidad de tener un hijo lo alegra tanto y esto lo comparte con sus amigos.

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La falta de tiempo personal que las Madres hemos vivido, en los primeros años de vida de nuestros hijos, nos mantienen en una condición de locas tratando de sobrevivir a las múltiples exigencias que el sistema y nosotras mismas nos imponemos. No existe maquillaje alguno que logre disimular esta locura.


Ser Madres es la experiencia más maravillosa de la vida, sin duda, pero la más desgastante, así es.


Cuando las criaturas ya empiezan a ir al colegio, comienzan las otras nuevas responsabilidades del año escolar y sus múltiples materiales, tareas y actividades que el niño o la niña necesitan que su Madre les entregue de manera casi automática. En algún momento confieso que pensé poner una bodega con insumos de Lápiz López, para tener de todo, y no recibir esa llamada tierna y dulce del niño, a eso de las 18:30 hrs cuando manejabas de vuelta del trabajo a casa, y te pide le pases a comprar papel Kraft o cartulina. Esa llamada es más temida que la del propio jefe, porque significa que, en vez de llegar a casa, debes pasar como una loca a comprar el material, contando los minutos para que la señora que te cuida a los niños te regale sus minutos para quedarse un ratito más en casa……así es como nos convertimos en Maratonistas, corriendo por aquí, corriendo por acá.


Pero hijito la próxima vez avíseme antes por favor, le decimos a nuestro hijo, y el niño te responde “es que lo dijeron hoy”, y ahí es cuando uno se pregunta, quién fue la solidaria profesora o profesor que de un momento a otro les pide un inocente y económico material para el día siguiente. Y lo casi ridículo es que este material vale menos de mil pesos, y entonces es cuando me digo tengo que poner la sucursal de Lápiz López en mi casa, seguro que no me vuelve a pasar esto.


Pero claro te sientes culpable de no estar más en casa, de andar tan estresada, de no estar tan disponible, porque al entrar a casa, los niños alegres y bulliciosos comienzan a hablarte todos a la vez, y sabes que te quedan como 2 horas para hacer todo; dar cena, hacer tareas, lavar la loza, preparar colaciones para el día siguiente, y así, y así. Es como estar viendo una película donde eres la protagonista, LA MAMÁ, y que dura como 2 horas, y sabes todo lo que viene, pero no estás ahí disfrutando, porque tienes mil cosas en la cabeza, de pega, de hijos, de casa, en fin. Y te sientes culpable porque te dan ganas de no hacer nada, de sentarte a tomarte una copa de vino, y ver un capítulo de tu serie favorita, pero en eso despiertas de este ensimismamiento en que has caído, y te pones a hacer todo, con energía, cantando, de paso les dices a los niños que eres la Súper Mamá, y todo resulta bien, con esta actitud, y sin esta compañera “la CULPA”.


Cuando llega la hora de ir a dormir, los chicos ya empiezan a bajar las revoluciones, y los pijamas se visten de niños con sueño, y los llevas a la camita, con lectura flash de cuento corto, y resulta que uno de los chicos está demasiado cansado, inusual, entonces le tocas la frente y……tiene temperatura. Mamá la realidad siempre puede ser peor, así que vas en busca del ibuprofeno salvador, que permitirá a este niño bajar su temperatura y que duerma bien. De inmediato hay que armar la estrategia para el día siguiente, donde la presentación al jefe debe realizarse a las 9 AM. Te sientes culpable de no poder cuidar a tu hijo, de no poder quedarte en casa, de mandar al carajo el trabajo, de tener que desdoblarte para cumplir con todo.


Empiezas a escribir un whatsapp a tu jefe, y te sientes culpable de pedirle cambiar la fecha de la presentación, la CULPA se asoma por todas partes…..


Es una locura ser Madres, y vale mucho la pena, nadie lo cuestiona, pero necesitamos que nos hagan sentir bien como Madres, que no nos digan que nuestros hijos están muy flacos, muy gordos, demasiado tristes, muy inquietos, y que nos hagan creer que esto es malo, que lo correcto es cambiar esta condición de nuestros hijos, y que somos las Madres las que debemos resolver esta situación. Estimados lectores no es necesario decirle nada a las Madres.


Cuando entran en la adolescencia la cosa se pone interesante, porque ahí los problemas son de otro calibre, del tipo depresión juvenil, adicciones, y otras cosas similares. En esta etapa en que como seres humanos empezamos a cambiar de piel, y queremos ser grandes, con cambios hormonales intensos, las Madres son de una contención increíble, y esto requiere de equilibrio, integridad y madurez, que no todas tenemos, y que requiere tengamos más control emocional, así que la CULPA no se ha ido, está de vuelta.


Esta etapa tiene otro tipo de CULPA, esa de no escuchar a los hijos con suficiente atención siempre, esa por gritarles, o no darles todo lo que nos piden de tecnología y permisos para salir al mundo juvenil que tanto les atrae.


Si soy aprensiva y estoy encima me siento culpable de no estar desarrollando mis proyectos y mi carrera, de no juntarme con mis amigas, y si les dejo espacios y libertad a mis hijos y tomo el súper cargo en el trabajo que tanto me merezco, me siento culpable de que luego caigan en alguna depresión o adicción producto que su Madre no estuvo con ellos.


Es decir, Madre sin CULPA, no es Madre.


Entonces en este Día de las Madres cambiemos el panorama, no fomentemos la CULPA entre nosotras, ni de nuestras Madres, esas que dejaron todo por criarnos, esa que sale en los comerciales y la publicidad de estos días, donde aparece la Madre abnegada, la última integrante de la familia en acostarse y que una vez que todos están descansando va a su cama, nunca antes. No Chicas, dejemos que la casa este hecha un desastre, el cabro chico coma yogurt con cereal toda la semana, y el adolescente tenga su pieza desordenada, con ropa sucia de más de una semana, si, las invito a dejar las CULPAS y celebrar nuestro Día de la Madre, sin CULPA; a comer rico, no cocinar, un día en casa sin ordenar nada y viendo la serie que tanto amo, adueñarse del control remoto del televisor, y comer gracias a un toque mágico de mi celular por Rappi, donde yo elijo que comer, sin pensar en los hijos ni el marido, donde sin CULPA comamos lo que yo quiero.


Si eres Madre espero te hayas reído con esta columna, y la CULPA esté despidiéndose de tu ser.


Una última prosa, extraída de una columna española:


“La conciliación es un problema no resuelto y tiene mucho que ver con la culpa. Hasta que no se asuma el cuidado compartido de la población infantil por parte de mujeres, hombres, familias y Estado seguirá pesando la culpa sobre las madres como un sentimiento difuso”.


https://www.eldiario.es/nidos/dia-madre-dia-culpa_129_8946665.html


 
 
 

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